La Nación
Dos años de indolencia para víctimas del Estadio 1 19 abril, 2024
(No Aplica) sur colombiano NEIVA

Dos años de indolencia para víctimas del Estadio

AMAURY MACHADO RUEDA/LN

720 días se cumplen hoy luego de la tragedia en el estadio de futbol ‘Guillermo Plazas Alcid’ de la ciudad de Neiva, que segó la vida de cuatro obreros y dejó heridos a otros diez, cuando adelantaban trabajos de remodelación.

Dos años después, las víctimas y sus familias conservan vivos en su memoria los fatídicos momentos de aquella tarde del 19 de agosto de 2016 en que las graderías de la tribuna occidental se desplomaron desde unos 25 metros de altura, quedando atrapados en el sótano, debajo de un peso aproximado de 200 toneladas.

La enredada obra, considerada la más grande negligencia y desangre de las construcciones en la capital huilense, y que se inició en el 2015 bajo el mandato del entonces alcalde de Neiva, Pedro Hernán Suarez, cobró la vida de Heriberto Vélez López de 50 años, Wilson Rodríguez Serrato de 33 años, Edinson Cabrera Rojas de 30 años y Ferney Stiven Bolaños López de 41 años de edad.

Cindy Vargas, vocera de las viudas de esta tragedia, y nuera de Heriberto Vélez, dice haber sido la primera de los familiares que llegó al estadio. “Recuerdo tanto que eran las 4:25 de la tarde cuando dijeron por HJKK, se cayó el estadio de Neiva, cuando yo llegué allá, había solo una motorizada de la Policía y junto con los otros obreros estaban ayudando a sacar a los trabajadores, decían, “antes de que se seque el cemento hay que sacarlos”. La primera ambulancia que llegó fue la de Emermédica y luego empezó a llegar mucha policía y otras ambulancias”.

Dos años de indolencia para víctimas del Estadio 7 19 abril, 2024
Ferney Stiven Bolaños López, Edinson Cabrera Rojas, Wilson Rodríguez Serrato, Heriberto Vélez López, víctimas mortales del desplome en el estadio ‘Guillermo Plazas Alcid’, el 19 de agosto de 2016.

Menciona que la primera autoridad que llegó momentos después del colapso fue el gobernador Carlos Julio González Villa. “A él tengo que agradecerle muchísimo porque en ese momento todo el mundo estaba loco, corrían, gritaban, y él llegó y acomodó a toda la gente, paramédicos, Defensa Civil, los organizó por sectores y empezaron a funcionar más rápido”.

Las escenas eran impactantes. “El celador de la puerta principal, con una manguera les echaba agua a los heridos que iban sacando para tratar de quitarle el concreto que se les metió hasta por la nariz. La primera persona que encontramos muerta fue Wilson Rodríguez, posteriormente Eliberto Vélez a las 6:45 de la tarde, la tercera en encontrar fallecido fue Edinson Cabrera, y el último ya en horas de la tarde del domingo, dos días después de la tragedia, fue a Ferney Stiven Bolaños, su cuerpo estaba aprisionado por una placa de concreto y fue sacado por partes”.

 

Proceso lento

En el largo proceso judicial que se lleva por estos hechos, se han realizado varias audiencias. “Las contrapartes nunca se presentan, haciendo dilatar el proceso, ya llevamos 2 años en esta pelea, están dejando pasar el tiempo”, manifiesta Cindy.

Asegura que hasta ahora a las familias de las víctimas no las han indemnizado. “Hay mucha gente que dice que les dieron 100 millones de pesos por indemnización, eso es falso. Lo único que han recibido las viudas ha sido la pensión por parte de la ARL Positiva y una pequeña indemnización pero por el tiempo de mora en el proceso que fueron tres meses, es un monto pequeño, un sueldo mínimo”.

 

Los sobrevivientes, olvidados

Entre los obreros que resultaron heridos figuran Pedro Pablo Arteaga, Ramiro Medina, Héctor Alfonso Casallas, Alfonso Arias Rubiano, Carlos Guaraca Gómez, Omar Leonel Forero, José Libardo Paz, John Guaraca Pulido, Luis Enrique Arismendi y Querubín Vargas.

Una vez ocurrido el accidente, la compañía de seguros les reconoció los costos de la atención médica, consulta, hospitalización, los procedimientos quirúrgicos, atención con especialistas y las terapias de rehabilitación. Ahora, ya salidos de sus incapacidades, los trabajadores que sobrevivieron dicen haber sido olvidados, y reclaman mediante demanda penal una indemnización plena por perjuicios ocasionados a terceros por culpa imputable al empleador.

Algunos de los obreros, compartieron a Diario LA NACIÓN sus testimonios. Uno de ellos es José Libardo Paz, de 45 años de edad, quien el día de la tragedia estuvo durante unos 40 minutos enterrado en el sótano entre el cemento fresco. Actualmente tiene platina en un brazo y la cadera, quedó con afectaciones en la columna vertebral, además de un severo trauma nervioso que lo tiene en tratamiento con psiquiatría.

Según dice, la ARL Positiva, una vez lo dio de alta de la incapacidad el 9 de abril último, le quitó el auxilio y lo envió a la firma Consorcio Estadio 2014 para que lo reubicará laboralmente, pero el representante de ésta se declaró en quiebra. “No tengo ingresos, y para entrar a trabajar en otra empresa le hacen a uno varios exámenes médicos y como quedamos con un montón de lesiones nadie nos da trabajo”, comenta.

Una cosa si tiene muy claro. “Nunca volveré a trabajar en construcción, yo estuve en los dos accidentes del estadio, el ocurrido el 12 de septiembre de 2015 cuando estábamos fundiendo una placa y se rompieron unos gatos y se nos vino encima, ahí me fregué el coxis. Y el del 19 de agosto de 2016, estábamos fundiendo las escaleras nuevas, y yo estaba al pie de los cuatro finaditos, eso traqueó duro y en cuestión de segundos rodamos hacia abajo con arnés y todo lo que teníamos puesto porque estábamos amarrados a líneas de vida y eso no hubo tiempo de correr, sólo me encomendé a Dios. El concreto me tapó pero no perdí el conocimiento, una mano me quedó libre para luchar y sacar concreto y poder respirar. A las 9:50 de la noche de ese viernes me sacaron a mí”.

Otro de los sobrevivientes en el desplome en el estadio es Alfonso Arias Rubiano, quien llevaba más de 30 años laborando en el campo de la construcción y desde hacía más de 1 año en la obra del ‘Guillermo Plazas Alcid’. Manifiesta sentirse desolado con la pesada situación económica y emocional que afronta. “El Consorcio y el alcalde de Neiva se comprometieron a darnos apoyo cuando estábamos en el hospital, y es la fecha y no le volvimos a ver ni la cara”.

El trabajador sufrió trauma de tórax, fractura de seis costillas además de golpes en la cabeza y la cadera. Su cuerpo muestra las cicatrices de aquel fatal episodio. “La ARL Positiva no me quiere autorizar cita con especialista a psiquiatría ni me han calificado. Me mandó valoración con la Junta de Invalidez Regional y la ARL apeló el resultado y envió el caso a una Junta Nacional, para evadirnos más el poder acceder a una indemnización o pensión. Desde el mes de mayo no recibo un peso y mi situación es muy mal, lo único que me mantiene con ánimo son mis hijos, pues incluso he pensado en dejar este mundo”.

Similar situación es la de Luis Enrique Arismendi. El obrero de 51 años, resultó en el desplome con destrozo del nervio ciático del pie izquierdo, entre otras lesiones. Menciona que la ARL Positiva le debía dos meses de incapacidad, colocó acción de tutela pero solo le pagó un mes. “Desamparados, así estamos, durante el mes que duré en el hospital, Positiva y el Consorcio realizaron con las familias 5 reuniones donde se comprometían con las ayuda a nosotros y no ha sido así. Pagamos arriendo, tenemos hijos menores de edad, y no tenemos un servicio médico adecuado para el tratamiento que necesitamos”.

Arismendi, dice que ha tocado en muchas ocasiones las puertas de la Alcaldía en búsqueda de una ayuda ante sus necesidades pero no ha obtenido soluciones. “No ha sido posible poder dialogar con el alcalde, hace un año me hice inscribir para una audiencia con él y no ha sido posible”.

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Cuatro de los 10 obreros que sobrevivieron a la tragedia, y hoy dicen estar en el olvido.

Una soledad dura

Además de la pérdida de sus seres queridos, los familiares de las cuatro víctimas enfrentan una difícil situación económica, algunas les ha tocado irse de la ciudad en búsqueda de nuevas oportunidades. Es el caso del hijo de Wilson Rodríguez, de 12 años. Su madre y viuda tiene un problema de columna que le impide laborar. Pese a las dificultades, el adolescente sigue su sueño de ser un futbolista, se lo prometió a su padre. Hoy día está con su madre radicado en Medellín, y juega en las bajas del Club Envigado.

Las familias piden que la tragedia del estadio no quede impune. Continúan con las esperanzas puestas en el trabajo de la Fiscalía para poner a los responsables en su sitio.

Cindy Vargas, vocera de las víctimas, fue invitada el año pasado por María Paulina Riveros Dueñas, Vice fiscal General de la Nación, para la celebración de los 25 años de la Fiscalía que se realizó en Bogotá. En un acto simbólico en representación de las víctimas, Cindy le hizo entrega a la Vice Fiscal de un balón de futbol. “Ponga el balón en la cancha que corresponde, usted mirará a quién se lo pasa”, fueron las palabras de la Vocera a la Funcionaria.

El balón, junto a una gran foto de las dos mujeres, reposa en el museo de la Fiscalía en la capital del país.

Hoy, hacia las 6:00 de la tarde, las familias de las víctimas y la hinchada Alta Tensión del Atlético Huila se concentrarán a las afueras del estadio de Neiva, para llevar a cabo una ceremonia en recordación de los cuatro obreros fallecidos. Al igual que el año anterior, se realizará una misa y una velatón.

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Cindy Vargas, en el acto simbólico con la Vice fiscal General de la Nación, María Paulina Riveros.

Proceso judicial

Contrato sin el lleno de requisitos legales es uno de los cargos que la Fiscalía le imputó al exalcalde Pedro Hernán Suarez en agosto de 2017. Así mismo, la denuncia penal por homicidio y lesiones personales culposas, imputables a los contratistas, interventores y funcionarios que participaron en la adjudicación y ejecución  de las obras fue presentada en agosto de 2016 por el abogado Hugo Tovar y otras 42 personas que respaldaron la demanda. Aunque la Fiscalía imputó cargos después de año y medio de haberse formulado la denuncia penal, ninguna tiene medida de aseguramiento y se encuentran en libertad. En febrero iniciará etapa de juicio oral.