La Nación
EDITORIAL

Editorial – Consultas inútiles

Este domingo se cumplirá en todo el país la que quizá sea la cita electoral más inútil y costosa de la historia democrática del país Este domingo se cumplirá en todo el país la que quizá sea la cita electoral más inútil y costosa de la historia democrática del país, convocada por la Registraduría Nacional del Estado Civil a solicitud de tres partidos políticos: el Mira, el Polo Democrático Alternativo y el Partido Verde, con el único y bastante cuestionable propósito de elegir apenas sus delegados para las asambleas de las colectividades. En el caso de los Verdes, escogerán 166 jóvenes que serán la representación de ese grupo en el congreso partidista; los elegidos tendrán voz y voto para definir el rumbo en temas como “el proceso de paz, las políticas ambientales y cómo escoger al candidato para la Presidencia”. A su vez, el Mira elegirá 12 comités para su asamblea, en tanto que el Polo elige 750 delegados para su congreso en noviembre cuya única misión será definir cómo se elegirá candidato a la Presidencia en 2014. ¡Habrase visto! Y para cumplir ese mandato, la Registraduría tiene en su presupuesto 70 mil millones de pesos, de los cuales seguramente gastará más del 50 por ciento, es decir más de 35 mil millones de pesos. Aunque siempre se ha dicho que la democracia no debe tener considerar el costo, y que la relación frente al beneficio es un intangible que las sociedades deben asumir, en este caso en particular sí resulta harto irritante el enorme despliegue de recursos públicos, de los impuestos de los colombianos, para un procedimiento electoral que los partidos bien pudiesen haber efectuado internamente, con muchos menos gastos y solamente convocando a los directos interesados. ¿A quién le cabe en la cabeza que un buen porcentaje de los 31 millones de colombianos aptos para votar siquiera sepa qué es lo que este domingo se estará decidiendo? Si tomamos apenas como referente que los tres partidos que van a sus consultas este domingo son minoritarios en los órganos colegiados y de poder en el país, es decir que han logrado una pequeña porción de los votos frente a los tres grandes Liberal, La U y Conservador los cuales increíblemente se han rehusado a utilizar este mecanismo de democracia interna. Ni siquiera el Partido Liberal que abanderó esta iniciativa desde la época de Galán ha entendido la importancia de este mecanismo. Las consultas internas son ejercicios electorales fundamentales en el proceso de democratización y fortalecimiento de los partidos y movimientos políticos con personería jurídica y deberían ser obligatorias. No obstante, las consultas internas de partidos y movimientos políticos deben organizarse con votación abierta, en la que se habilite todo el censo electoral, o si por el contrario los partidos y movimientos políticos deben conformar su propio censo para que las consultas se realicen de manera cerrada y sean sus propios afiliados carnetizados quienes tomen decisiones sobre el futuro de los partidos. Pero da la impresión que las grandes colectividades, renunciando voluntariamente a este mecanismo de democracia interna, prefieren los directorios de bolsillo y el retorno del bolígrafo como centro de las decisiones.