Fecode siempre ha hablado de la Educación en Finlandia como un referente digno de admirar y de imitar. Que lo haga Fecode, no es extraño, lo verdaderamente raro es que gobiernos nacionales, departamentales y municipales lo mencionen en foros y conferencias delante de los maestros colombianos, quienes enfrentan a diario una realidad marcadamente diferente; suena mucho como a contar euros delante de los más pobres y despojados . Dicen que es verdad que en Finlandia el Estado destina la quinta parte del presupuesto para todo lo relacionado con educación; en Finlandia, la educación es obligatoria, la enseñanza, los útiles, los libros, la atención y la comida son gratuitos hay un máximo de 24 alumnos por clase y la semana escolar es de 25 a 30 horas semanales, los maestros tienen equipos humanos de apoyo para atender dificultades pedagógicas. Mientras los conferencistas hacen gala de este modelo foráneo , en Colombia, se mejoran los salarios de los congresistas mientras se eternizan los míseros salarios mínimos del resto del pueblo, se viene desde hace algunos años imponiendo una política de recortes presupuestales para salud y educación lo que generan abandono de infraestructuras, no prestación de servicios de restaurante y transporte para niños y niñas e incumplimiento en el respeto por los derechos laborales y prestacionales de los docentes. Aquí en Colombia a diferencia de Finlandia se le obliga a un docente a tener hacinados hasta 45 años en condiciones infrahumanas y plagadas de riesgo; salones sin pintura con pisos fracturados, ventiladores obsoletos y a punto de caer. Aquí en Colombia a los docentes se les quiere obligar a trabajar 40 horas semanales, sin contar las 20 o más horas semanales que deben dedicarse a calificar evaluaciones, preparar clases. Aquí las plantas físicas de instituciones educativas públicas están deterioradas y los estudiantes tienen que pagar su comida, su transporte, su uniforme, sus cuadernos, sus libros, mientras los gobiernos siguen hablando de una educación verdaderamente gratuita y a cargo del estado. Que se hable de Finlandia como referente cuando estemos pensando realmente en una política de inversión de recursos para una mejor educación en nuestra patria que redunde en beneficio de una vida más digna y en salud intelectual y humana para nuestras nuevas generaciones de estudiantes y maestras. Mientras tanto en foros y conferencias sigamos hablando de “La Educación en Colombia”. *Especialista en comunicación y pedagogía