Con una imponente parada militar, el Ejército Nacional, las autoridades de Florencia y del Caquetá conmemoraron los 194 años de la Batalla de Boyacá. La parada hizo retumbar el centro de Florencia, en donde se encuentran ubicadas las instalaciones de la Brigada 12 y de la Sexta División del Ejército.
En el Caquetá, la conmemoración de un nuevo año de independencia colombiana, estuvo marcada por una agitada actividad de la alta sociedad. La parada también fue acompañada por la Policía y por los integrantes del Ejército Nacional. Las autoridades civiles y militares reconocieron en el acto a los hombres y mujeres que a diario se dedican a la seguridad de las ciudades, el campo, las vías y todo el territorio caqueteño, para que los ciudadanos podamos desarrollar nuestras actividades en medio de la seguridad y la sana convivencia.
La celebración se convirtió en un escenario para rendir homenaje a la historia de independencia y del evento final que trajo la libertad para todos los colombianos. Como es tradicional en la ciudad, los habitantes comenzaron a izar desde temprano sus banderas como muestra de orgullo y respeto frente a la patria.
Con motivo de la celebración el día de hoy de la Batalla de Boyacá, que trajo a Colombia la libertad, la Alcaldesa de Florencia invitó a los ciudadanos a izar el pabellón nacional, como una muestra de orgullo patrio y reconocimiento “al glorioso Ejército Nacional”.
“Es importante recordar que esa batalla comandada por ‘El Libertador’ Simón Bolívar, con el apoyo de los mejores generales granadinos, entre los que se cuenta Francisco de Paula Santander, fue la derrota decisiva de los españoles y el inicio de la independencia en toda América”, expresó la mandataria.
Batalla de Boyacá
Durante la celebración, los militares hicieron un recuento de lo que fue la Batalla de Boyacá.
“El escenario fue un pequeño puente sobre el río Teatinos, situado a 14 kilómetros de Tunja y 110 kilómetros de Bogotá, alrededor del cual se erigió, como se conoce hoy, el altar de la patria. Allí durante tres días se batieron dos ejércitos, uno comandado por el libertador Simón Bolívar y el otro al mando del comandante realista Barreiro. Luego de luchar en la batalla del Pantano de Vargas, Bolívar organizó a sus hombres y en una hábil maniobra se tomó la ciudad de Tunja y de paso cortarle el acceso al general Barreiro, quien buscaba refuerzos de Santa Fe. Al verse sorprendido se desvió hacia la capital por el camino de Motavita, pero Bolívar le salió al paso en el Puente de Boyacá”.
Estas gestas fueron recordadas por las Fuerzas Militares en el marco de la parada militar en la Brigada 12, la cual es hoy el epicentro de otra batalla, pero esta vez la que libra el Estado contra grupos alzados en armas.