En el marco de la exposición ‘Neiva 400 Años de Color’, exhibe su escultura Juan Felipe Ordóñez, un joven con discapacidad motriz proveniente de San Agustín. En el marco de la exposición ‘Neiva 400 Años de Color’, exhibe su escultura Juan Felipe Ordóñez, un joven con discapacidad motriz proveniente de San Agustín. MARIO PORTILLO LA NACIÓN, NEIVA Juan Felipe Ordóñez Daza es un joven de 19 años residente en San Agustín. La discapacidad motriz que padece no ha sido impedimento para que desde hace un año asista al taller de arte del maestro Mario Cuéllar, donde para él ha cambiado su vida. Siendo más chico, Juan Felipe padeció una parálisis cerebral que le dejó como efecto colateral una discapacidad motriz. En sus primeros años acudió a la escuela convencional, pero cuando ingresó al bachillerato abandonó sus estudios. Sin embargo, desde hace un año la vida ha vuelto a sonreír para él, pues asiste al taller de arte donde es aceptado y puede expresar lo que siente. “Juan Felipe estudió hasta Sexto de bachillerato. Abandonó la escuela porque allí era objeto de burlas e irrespeto por parte de otros niños, pues en San Agustín no existe una institución especial para niños como él. Hace un año sus papás lo llevaron a mi taller, pero no creían mucho en el joven. Sin embargo, Felipe encajó muy bien en el grupo porque todos lo respetamos”, señaló Mario Cuéllar, maestro de Felipe. Según su maestro, Juan Felipe ingresó al taller con un poco de temor a ser rechazado, pero a medida que se fue involucrando en las actividades de creación, su cambio se hizo notar y hoy el joven artista así lo manifiesta. “Me siento a gusto en el taller porque allá me siento libre, no tengo que hacer las cosas obligado y mis compañeros me respetan. Siento que el arte me ha cambiado la vida porque ahora soy una persona muy diferente, ya no soy de mal genio, soy más abierto con las personas y me gusta recochar con mis compañeros y mi maestro”, indicó Felipe. Obra
La obra con que Juan Felipe participa en la exposición ‘Neiva 400 Años de Color’, es una escultura en arcilla que él ha titulado ‘Un hijo de la sociedad’. “La obra de Felipe consiste en la cara de una persona a la que le falta la dentadura, con una expresión hacia arriba; una persona pobre y sin oportunidades, ese ha sido el mensaje que él nos ha dicho significa su obra”, comentó el maestro Cuéllar. A la hora de explicar el mensaje de la escultura, el joven manifestó que es su autorretrato. “La obra que traigo se llama ‘Un hijo de la sociedad’ y muestra una persona que no tiene apoyo de nadie, sin oportunidades y es una muestra de lo que hubiera sido yo sino hubiera entrado al taller, estaría en las mismas condiciones del personaje de la obra”, señaló Juan Felipe. Taller El taller del maestro Cuéllar, al cual asiste Felipe, es un espacio abierto para los niños y jóvenes de San Agustín. Según el hombre, ha dado origen a este taller con el objetivo de brindarles a los jóvenes una alternativa para el manejo del tiempo libre y prevenir que se vean inmersos en problemáticas de adicción. “El taller es un espacio para que los jóvenes puedan aprovechar su tiempo libre y no se vean inmersos en el ocio, tentados a caer en problemas de drogadicción y alcoholismo, que están empezando a golpear a la juventud del municipio”, indicó Mario Cuéllar, director del taller. Actualmente y por factores económicos, el taller cuenta con siete jóvenes asistentes que trabajan dibujo, pintura y escultura, cuatro de ellos exhiben sus obras en la exposición ‘Neiva 400 Años de Color’. “Hace unos meses recibíamos a 35 niños y jóvenes, pero por cuestiones económicas hoy sólo asisten siete, pues el taller no cuenta con apoyo de nadie, más que de los padres de los alumnos. Hace un tiempo recibíamos los muchachos gracias a unos talleres pequeños que financiaba la Alcaldía, pero ya terminaron y no tenemos recursos, sin embargo seguimos trabajando por los jóvenes de San Agustín”, finalizó el director del taller. Fotos Óscar Roldán