Por: Javier Cabrera
Comunicar, es un tema que involucra a cualquier actividad, sea pública o privada. El saber hacerlo es tan importante como ejercer bien una actividad especifica. Es más, cobra una importancia superlativa en cualquier empresa, ya que su reputación se soporta en gran medida en la imagen que tiene el público de ella. Es por esto que en la actualidad saber comunicar no es un lujo, es una necesidad que descansa entre otros, en cuatro pilares fundamentales a mi juicio, que explican el significado del ARTE de comunicar; Actuar con Recursos, Tiempo, Estrategia y Experticia.
Quien sabe comunicar no solo informa, también transmite lo que hace, como lo hace, pero sobre todo, por qué lo hace. Logra comunicarse conectando la esencia de la empresa en su actuar con el interés real de su público o clientes, transformándose de una simple que informan su actividad en términos comerciales, a una con liderazgo específico y trascendente, lo que por ende aumenta su productividad.
Especialistas mundiales como Simón Sinek, con la teoría del Circulo Dorado, respaldan lo anterior al afirmar que las grandes empresas o líderes del mundo, acertadamente comunican desde el ‘porque’ hago lo que hago, y no simplemente desde, el ‘que hago’ o ‘como lo hago’, marcando diferencia al momento de competir.
En nuestra sociedad desafortunadamente, todos resaltan su importancia al momento de establecer presupuestos y organigramas, pero en la práctica pocos ponen su foco de atención en ella, al administrar o gobernar, es más la tratan como ‘Cenicienta’. No entienden que la comunicación debe funcionar en forma relevante, transversal y permanente.
Ya sea a nivel interno, o externo, el saber coordinar acciones, o el ofrecer productos, debe soportarse en una buena comunicación. Una con un trabajo de investigación serio, que soporte sus bases en hechos reales, y no en especulaciones o percepciones, por más acertadas que estas parezcan.
Esta reflexión la deben tener en cuenta empresas, políticos y gobiernos al iniciar este año. Debieran poner como propósito del 2020, mejorar su comunicación, encontrando su verdadero potencial para proyectar su accionar con el éxito que requieren. Entendiendo que comunicar implica Actuar; no todo se puede quedar en intenciones. Hacerlo con Recursos; comunicar con miseria es un error. Con Tiempo; no improvisando, y por ende con Estrategia y Experticia en lugar del simple sentido común. Es decir con ARTE, para alcanzar la dimensión que ofrece la comunicación, al momento de pensar en competitividad.