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El aspirante a la alcaldía de Neiva

La persona que aspire a la Alcaldía de Neiva, no tiene que ser un Santo, pero sí, de buenas costumbres. Porque los aspirantes a cargos públicos deben estar libres de ambiciones malsanas; para que el progreso no sea  esquivo a las mayorías. Por eso hay que conocer muy bien a quien se elige, que lo merezca, que tenga una vida de actuaciones libre de manchas. Que sea auténtico; que se palpe el alma en sus palabras. Que escuche su conciencia y tenga siempre deseos de servir a un pueblo necesitado de soluciones, Que su amor por servir sea más fuerte que sus propios intereses. Que sus palabras lo lleven a las realidades y abogue porque sus gentes sean las más felices. Que en su administración los impuestos signifiquen obras. Que aunque esté mal acompañado por razones insalvables, sobresalga su buena conducta. Que no sea un trampolín de triquiñuelas, de corrupción, del crimen, de asalto a los dineros del Estado. Porque a los políticos que les gusta mucho la plata hay que dejarlos a un lado, son un peligro, dice José Mujica. Que conserve siempre la generosidad, que defienda la comunidad de la avaricia de las empresas que venden los servicios públicos tan costosos.
Que sus compromisos no vayan más allá de lo posible, haciendo del ejercicio de sus funciones todo un manual de convivencia. Que su honestidad y ética pública sean intachables. Que sepa que el hambre y las necesidades no tienen color político, y que recuerde que la descentralización administrativa se hizo para acercar más el Estado al pueblo. Que el impuesto predial no se tenga como la única fuente de ingresos del Municipio. Que reubique a los vendedores ambulantes en un lugar adecuado. Que haga del espíritu de la ley la interpretación más razonable, para que los programas a desarrollar lleguen a  todo su territorio y cobije a la gente que está sumida en la miseria. Que investigue por qué la salud y la educación en su territorio tienen un carácter exclusivo, y a los pobres sólo les llega a cuenta gotas. Que les preste atención a los ancianos, a los mendigos y resocialice los habitantes de la calle, y le dé seguridad a su pueblo. Y en general, que sea como un buen director de orquesta, que escuche todas las voces  y esté pendiente que se cumplan las funciones delegadas. Que tenga en cuenta que la desigualdad es enemiga de la paz. Por todo lo anterior, encontramos que el hombre indicado para regir los destinos de Neiva, es Rodrigo Lara Sánchez.