El que se hace llamar el “equipo de todos” anunció que se le mide a gestionar la construcción de su propio estadio. Pues bien, el Atlético Huila es una empresa privada y le asiste todo el derecho de tener un estadio propio como lo tienen otros clubes en el país. Pero miren las ironías de la vida: Muchos años ha durado el Atlético Huila usufructuando el estadio de fútbol de la capital huilense, recibiendo incluso el apoyo económico con dineros públicos (para una empresa privada), obteniendo el respaldo de sus fieles seguidores en las buenas y en las malas, y ahora que la casa está en malas condiciones, que necesita de medidas y apoyo urgente para que renazca de sus cenizas el “equipo de todos” la quiere abandonar. No es justo.
No creo que esa deba ser la actitud que deba tener este club deportivo con una ciudad que ha sido solidaria en muchos momentos en que lo ha necesitado. Y claro que este club no tiene la culpa de lo que le ha pasado al estadio de fútbol. Para nada. Pero el estadio ha sido la casa de ese club y mal haría ahora en abandonarla cuando puede quedarse con ella ¿Por qué no? La Alcaldía de Neiva debería hacer la gestión con el Atlético Huila para negociar la venta del estadio, explorar todas las alternativas posibles para que este club pueda comprar ese escenario y que la dirigencia del “equipo de todos” lo acondicione como deseé.
Dicen que el nuevo estadio que pretende construir en Rivera vale entre diez mil y doce mil millones pesos. Pues con ese dinero, bien administrado, se podría acondicionar el estadio de Neiva para que opere de nuevo, y con plazos de pago razonables y en alianza público privada se podría pagar el valor de la compra del estadio. Hombre, la peor gestión es la que no se hace. Sabemos de los problemas que tiene el estadio. Pero se debería hacer ese ejercicio y se matarían dos pájaros de un solo tiro: El Atlético Huila quedaría con estadio propio y ya no tendría que dejar la capital del Huila.
En esta iniciativa hay que actuar como hinchas. Hay que alentar, hay que gritar, hay que hacer cánticos para que la Alcaldía de Neiva y el Atlético Huila se sienten en una mesa exploratoria de negocio para que “el equipo de todos” demuestre que esa acogida que ha tenido en Neiva no ha sido en vano y se quede en casa, con la casa y no la abandone.