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El boom exportador por Amylkar D. Acosta M

Es un hecho que en el 2011 las exportaciones colombianas se dispararon, batiendo todos los records. En efecto entre enero y noviembre el valor de las exportaciones creció un significativo 42.3% al pasar de US $35.974 millones Es un hecho que en el 2011 las exportaciones colombianas se dispararon, batiendo todos los records. En efecto entre enero y noviembre el valor de las exportaciones creció un significativo 42.3% al pasar de US $35.974 millones durante el mismo período en 2010 a US $51.179 millones. Vale la pena precisar que más de la mitad de dicho crecimiento es atribuible a los mejores precios; entre tanto, en términos de volúmen se limitó al modesto15.9%. Según las proyecciones del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo (Mcit) al final del año se llegaría a los US $54.000 millones, el doble de las ventas al exterior en 2006, se estarían quintuplicando las exportaciones del 2002. De lograrse esta meta se estaría superando la que se impuso el Gobierno en el Plan de Desarrollo Prosperidad para todos, pero para el 2014 . Cabe destacar el crecimiento de las exportaciones a la región, especialmente hacia los países que conforman la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi). Opino que vamos a tener un record de US $61.000 millones”. Fue más lejos, al afirmar que “nuestra meta es ser la tercera economía latinoamericana en 2014 e ingresar en la OCDE después de México y Brasil”. No obstante, al desagregar las exportaciones nos encontramos con que mientras el crecimiento de las exportaciones tradicionales fue del 56%, el crecimiento de las no tradicionales fue mucho más moderado, el 18.2%. Es más, las exportaciones de crudo, las cuales crecieron el 60.8% en dicho período, representaron el 49%, aproximadamente, del total de las mismas y en su conjunto las exportaciones tradicionales representaron el 70%. Es decir, que el grueso de las exportaciones son productos básicos, materias primas en bruto, carentes de valor agregado. Y no es para menos, dado el creciente fenómeno de la reprimarización de la economía, que se ha convertido en el denominador común de los países de Latinoamérica, que ha conllevado una pérdida de participación de la industria y la agricultura en el PIB. Esta circunstancia hace muy vulnerable la economía del país, dada su enorme dependencia con respecto a las exportaciones de materia primas. Con razón dice Ricardo Avila, Director de Portafolio, que “hay que preocuparse sobre todo por lo que suceda con petróleo, carbón, café, oro y ferroníquel, que ocupan las primeras cinco posiciones en las estadísticas de nuestras ventas al exterior…su importancia es considerable, pues equivale a casi 8 de cada 10 dólares exportados”. Por ello el Presidente de Analdex Javier Díaz, aunque considera que “la meta trazada por el Gobierno es ambiciosa y puede ser cumplida”, advierte que ello será posible “siempre y cuando la dinámica de los países asiáticos se mantenga alta y la economía persista en su recuperación. También, que no se produzca un agravamiento europeo”. Son demasiadas las condiciones que deben darse para sostener la caña, por estar tan expuestos a las oscilaciones tanto de los precios como de la demanda de los productos básicos. De allí la acotación de Michael Reid, editor para las Américas de la revista inglesa The Economist, en el sentido que “el gran interrogante es si este gran ciclo de las materias primas, como lo llaman algunos, está llegando a su fin”, lo cual es muy preocupante.