Con siglos de existencia, el Camino Real, que cruza por el municipio de Palermo, en el noroccidente del Huila, se levanta aún como una pieza vital de nuestra historia: hizo parte del comercio en tiempos de la Colonia, y sirvió de medio de tránsito para Simón Bolívar en su gesta libertadora.
Para algunos, parecen solamente unos restos de camino empedrado muy antiguo, que se levantan, en ciertos casos, de manera incompleta, en inmediaciones de Palermo. Sin embargo, ese tramo de camino se remonta a tiempos inmemoriales. Según historiadores, el Camino Real fue creado aproximadamente en el siglo XVII; esto es, hacia 1600, o quizá mucho antes. En realidad, las investigaciones llevan a que el Camino Real iniciaba en Cartagena de Indias hasta llegar a la Patagonia.
Ese largo camino continental dio paso a la comercialización de productos entre una región y otra, especialmente del puerto de Cartagena para después distribuirlo por todo Suramérica. Dado que fue una ruta muy recorrida, se dio la necesidad de construir ramificaciones que comunicaran con los poblados y caseríos vecinos.
Su construcción fue encargada por indígenas esclavos bajo el mandato de los españoles.
Dónde
En Palermo, el Camino Real inicia en el sector de San Francisco, la parte alta de Pubenza, retoma en el barrio Altico en la finca “Las Tapias”, y cruza el cerro de Buenos Aires. El camino está construido en piedras de distintos tamaños, e incluso muchas de ellas parecen haber sido pulidas de manera especial, pues tienen cortes muy adecuados.
Al iniciar el recorrido desde la finca “Las Tapias”, a escasos 30 metros se encuentra quebrada Lavapatas, sitio que toma su nombre debido a que obligatoriamente los transeúntes bañaban sus pies al tropezar con ella para llegar al poblado; en la actualidad, esta ‘Lavapatas’ lo utilizan los campesinos para limpiar sus botas y cambiar su vestuario.
De Lavapatas en adelante existen solo unos vestigios de lo que es el Camino Real, cuya amplitud limitada por las cercas de piedra tiene aproximadamente 12 metros. A medida que se continúa el recorrido, este se amplía o disminuye según el estado del terreno.
A 350 metros, aproximadamente, se encuentra un portón de madera, allí se hallan los primeros peldaños del legendario camino; 150 metros adelante se empieza a calar piedra a piedra el Camino Real hasta tropezar con un árbol de la guaca, conformado por dos árboles de madroño de longitud similar en cuya base existe una excavación hecha por guaqueros del sector, quienes tienen la idea de encontrar tesoros escondidos. Es aquí donde el Camino Real presenta una desviación durante un corto trayecto.
Las cercas de piedra aparecen y desaparecen constantemente pero siempre mantienen encerrado el camino hasta llegar al final de los dos kilómetros en la finca llamada Guacas Guagua.
En el transcurso del camino es posible observar algunos desagües (17 aproximadamente) que permitieron el mantenimiento del camino, de los cuales dos se conservan en buen estado; los restantes presentan deterioro debido a la erosión y a la destrucción por parte de habitantes de la zona.
El transcurso total del camino por Palermo desde “Las Tapias” hasta El Viso es de 17 kilómetros, aproximadamente.
Historia
El camino tomó importancia porque allí se desarrolló la historia de Colombia. Es también uno de los sitios que permitió el desarrollo regional. Es de resaltar que en el Huila, es el único Camino Real que se encuentra consecutivo en un tramo mayor a un kilómetro. En el Huila existen tramos del camino que cruzan los municipios de Íquira, Teruel, Nátaga, Yaguará, Tesalia y Neiva.
El camino fue utilizado por arrieros, comerciantes y fue paso obligado del Libertador Simón Bolívar.
Su diseño
Desde el punto de vista de la ingeniería, se destaca el sabio manejo de la pendiente, pues en poco trayecto se asciende considerablemente, condición técnica que se aprecia con mayor evidencia si se compara el camino con el carreteable que va a la misma vereda.
Otra característica destacable del amino lo constituye el manejo correcto de las aguas lluvias, pues el diseño permite que estas pasen sin descomponer el camino empedrado ni erosionar la zona.
Para cuidar y disfrutar
Para los amantes del senderismo, el Camino Real es una buena oportunidad para el ejercicio físico suave, y para la contemplación de la naturaleza.
Cuando se culmina el ascenso y se llega a la vereda de Buenos Aires se disfruta de una magnífica vista del valle de Tune, emporio de producción arrocera y ganadera.
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