Como una medida que busca el bien común y que está dirigida a preservar la vida y la salud de los colombianos, debe recibirse la decisión del Gobierno Nacional de exigir el carné de vacunación contra el coronavirus para el ingreso a eventos presenciales de carácter público o privado que impliquen asistencia masiva, así como a bares, conciertos, casinos, escenarios deportivos y parques de diversiones. La exigencia del carné o certificado digital entrará en vigor a partir del próximo 16 de noviembre para mayores de 18 años. Desde el 30 de noviembre de 2021 para mayores de 12 años. Se exceptúa de esta medida a la población entre 0 y 12 años.
Está más que demostrado que la vacunación ha mitigado ostensiblemente la incidencia mortal del virus y buscar de alguna manera que la ciudadanía acceda a la inmunización es plausible. Muchos creerán que medidas como estas transgreden sus derechos, pero en el fondo la exigencia del carné nos recuerda que estamos en una sociedad en la que debe prevalecer el bien colectivo.
Con la decisión que ha tomado el Gobierno Nacional, “las administraciones municipales deberán adicionar a los protocolos de bioseguridad vigentes la presentación obligatoria del carné de vacunación contra el covid-19 o el certificado digital que se expide a través de la página mivacuna.sispro.gov.co, en el que se evidencie como mínimo el inicio del esquema de vacunación como registro sine qua non para el ingreso a eventos presenciales de carácter público o privado que impliquen asistencia masiva; para bares, gastrobares, cines, discotecas, lugares de baile, conciertos, casinos, bingos y actividades de ocio, así como escenarios deportivos, parques de diversiones y temáticos, museos y ferias”. En este sentido, deben encaminarse los esfuerzos para hacer cumplir estas disposiciones. Es clave, así mismo, que se superen los problemas que está teniendo la expedición del registro digital.