La Nación
El ‘codiciómetro’ 1 19 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

El ‘codiciómetro’

“La paz total”, más que política del presidente Petro, funcionará como codiciómetro, proyecto para medir los niveles de codicia humana. Para develar altísimos grados de la inhumana avaricia, origen de todas las guerras económicas, de todas las ausencias de paz y vida.

Cabe preguntarse: ¿permitirá la codicia de bandas criminales, rurales y urbanas, cambiar su lucrativa guerra por una paz insegura, arriesgada, por los peligros de una derecha implacable y un Estado conejero?

¿Y la codicia guerrillera dejará el negocio de la droga, tan bien montado sobre falsas banderas de liberación nacional, por una paz incierta y el peligro de ser asesinado como acontece con reinsertados?

¿Y la codicia de militares y policías tolerará cambiar jugosas mordidas del botín narcótico por una paz que los rebajaría al status de funcionarios honestos? Acaso, ¿la deshonestidad no es tan irreversible como un cáncer con metástasis?

¿Políticos y ciudadanos corrompidos, carroñeros de distinguida alcurnia, tan propensos a chupar de la podredumbre, cambiarían sus vergonzosos privilegios por una paz sin ingresos corruptos y sin los beneficios políticos de la guerra?

¿Y los codiciosos capos nacionales e internacionales, colombianos y norteamericanos, traficantes de aquí y distribuidores de allá, cambiarían la guerra por una paz sin el lucrativo mercado de las drogas? ¿Y los codiciosos banqueros cerrarían sus ventanillas siniestras para evitar el lavado de dineros sucios? ¿Y los avaros empresarios de la guerra cambiarían sus negocios de armas y de 800 drogas sintéticas, por una paz sin los desaforados lucros del narcotráfico?

¿Se neutralizará fácilmente el mercado sórdido de enormes capitales y sórdidos codiciosos por una paz de mercado legal? ¿Abjurará el sistema capitalista de la codicia, su gran bandera para podrir al ser humano y acrecentar más capital? Acaso, ¿la guerra no es el más lucrativo negocio de los codiciosos del sistema?

Apoyar al presidente, soñar con lo casi imposible y prepararse para cualquier resultado, debería ser la consigna. Difícil combatir la codicia económica, origen de capitalistas y mercados salvajes, de países esclavos y funcionarios esclavizados, de guerras inhumanas y asesinatos inútiles. El peor cáncer de la consciencia, el peor destructor del ser humano y del planeta.

Codicia… moral suprema del sistema capitalista, aborto de la Historia, donde la sensatez es un diminuto enano a punto de desaparecer, y la codicia, una terrible peste en constante y alborozada expansión. “No hay credulidad tan ansiosa y ciega como la credulidad de la codicia, que es, en su medida universal, la miseria moral y la indigencia intelectual de la humanidad”, decía con toda razón Joseph Conrad.