Según comentaron los integrantes del plantel, lo que más los preocupa es que aunque el comedor fue entregado a inicios de 2012 y reparado la primera vez en octubre del mismo año, desde entonces nadie ha regresado para recomponer los estragos que las lluvias y las humedades han causado en el cielo raso y paredes del lugar.
En el mes de mayo del presente año, LA NACIÒN visitó el plantel, debido a que las lluvias arruinaron los arreglos realizados en 2012 y estas fueron las impresiones de la comunidad.
“El año pasado denunciamos ante la opinión pública que el restaurante escolar se estaba cayendo por pedazos. En esa oportunidad varias placas del cielo raso se habían caído por las humedades, las lámparas también estaban desplomándose y las paredes mostraban las marcas del agua”.
“Vinieron, hicieron unos arreglos, pero mire ahora que han vuelto las lluvias, nuevamente las placas del cielo raso se están cayendo y las lámparas igual. Lo que nos lleva a pensar que estos arreglos son de mala calidad, por eso nuestra indignación”, expresó Rosa Elvira Rivera, docente y veedora de la institución.
En aquella ocasión, LA NACIÓN dialogó con el ingeniero de la Secretaría de Educación, Orlando Cediel, y el funcionario expresó que el contratista de la obra ya estaba notificado de la situación y que en 15 días se contaría con las instalaciones arregladas.
‘No cumplieron’
Dos meses después, la preocupación se acrecentó en la comunidad, pues según manifestaron ningún representante del contratista se ha hecho presente en el plantel y mucho menos, se ha llevado a cabo arreglo alguno en el comedor.
“Regresamos de vacaciones y nos encontramos con que el techo del restaurante escolar se encuentra igual de dañado como cuando salimos. Acá no ha venido nadie a arreglar esto y lo que más nos preocupa es que parece no importarle a nadie”
“El secretario de Educación, Faiver Hoyos, vino antes de salir a vacaciones a entregar unas baterías sanitarias que nos construyeron y tomó unas fotos a los huecos en el comedor, pero no ha pasado nada”, agregó Rosa Elvira Rivera.
Por último, la profesora expresó que: “Continuamos a la espera de que alguien haga algo; antes de que lleguen las lluvias nuevamente y el comedor se siga cayendo. Insistimos en que esta es una obra nueva que no debería presentar estas falencias”.
El avanzado estado de deterioro de la obra es evidente. La comunidad exigió soluciones.
LA NACIÒN oye a la gente
Rosa Elvira Rivera, docente y veedora de la institución: “Creemos que ya es hora que los entes de control intervengan en esta situación, porque ya hemos hecho saber que es lo que pasa ante la Secretaría de Educación y nadie nos da solución”.
Cristian Muñoz, Personero Estudiantil: “Estamos desconcertados y asombrados ante la lentitud con que se ha actuado frente al daño que presenta esta obra que es relativamente nueva. Le pedimos a la Secretaría de Educación que haga cumplir las pólizas que tiene la obra”.
Flor de Liz Vega, docente: “Es evidente el estado de deterioro que tiene el comedor. Lo preocupante y peligroso es que estamos hablando de un lugar al que a diario asisten cientos de niños que pueden ser víctimas de un accidente”.
Responde la Secretaría de Educación
Adriana Rojas, secretaria de Educación (e) se refirió a la situación y explicó que ya se adelanta la gestión para que el contratista de la obra responda nuevamente ante los requerimientos de la comunidad.
“Darle un parte de tranquilidad a la comunidad porque estamos procediendo para que el contratista cumpla con sus obligaciones. Dentro de eso está que si algo de lo que se realizó en la infraestructura no está bien, hay unas pólizas que se tienen que aplicar y tiene que responder”.
“Ya se habló con el contratista y está dispuesto a hacer los arreglos respectivos. De 15 días a un mes se contará con los arreglos en el lugar. Estaremos muy atentos a que los trabajos que se realicen sean de buena calidad, para que no se vuelva a presentar esta situación”, expresó.
