La Nación
El comentario de Elías Peor que el coronavirus 1 29 marzo, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

El comentario de Elías Peor que el coronavirus

Jorge Guebely

Gracias al coronavirus, volví a la novela “La Peste” de Camus; relato tenso, intenso y trascendental. Volví a la peste en la ciudad de Oran y a la filosofía del absurdo.

Volví al pensamiento de Camus: “Ante los acontecimientos devastadores de una sociedad, el ser humano descubre su ausencia de absoluto”. Ante la poderosa peste, ningún relato del más allá lo salva, todos los dioses lo abandonaban a su suerte, ninguna salvación encuentra en el horizonte. Sin paraíso a la vista, esgrime su poderosa arma: la solidaridad humana. Todos los personajes de “La Peste” se entregan a la compasión, a jugarse la vida por el otro, a hacer profundas reflexiones médicas y filosóficas. Para luego concluir “En el hombre hay más cosas dignas de admiración que de desprecio”

Pero esa fue la primera lectura. Hubo otra menos filosófica, más política. Ante la peste, el poder crea terror, limita libertades individuales. Aparenta defender la población que domina, pero sólo fomenta su poder a través del miedo. Así lo hizo Hitler en Alemania y Stalin en la antigua unión soviética. Segunda lectura que toma cuerpo en algunas extremas derechas del mundo. Utilizan el coronavirus para cerrar fronteras e imponer nacionalismos xenófobos.

“Hemos de blindar nuestras fronteras” repite la extrema derecha italiana. Curiosamente estigmatiza especialmente al África sub-sahariana a donde ya llegó el virus. Cierran fronteras a los africanos que llegan en manada huyendo de las guerras promovidas por las hambrunas que dejan los capitales extranjeros en tierras ajenas. Promueven la xenofobia como una política nacionalista mezquina e inhumana.

Igual Marine Le Pen en Francia, líder de la ultraderecha francesa. Defensora de la xenofobia como bandera principal de su colectividad. Ve en los extranjeros la causa de los males franceses, no los capitales que emigraron a países donde la mano de obra es más barata.

El mismo Trump visualiza la posibilidad de cerrar aún más las fronteras con México. Allí donde varios miles de centro y sudamericanos se aglomeran con la esperanza de encontrar un poco de vida en el país del norte. Huyen de sus países expoliados, sometidos a la guerra y a la monstruosa corrupción.

Por ahora, Camus se equivoca, el coronavirus no despierta la solidaridad humana sino el egoísmo político, la voracidad mezquina de las extremas derechas. Poco les importa las declaraciones de la OMS: “El mayor enemigo que hemos de combatir no es el virus sino la estigmatización que hagamos al otro”. Poco les importa el ser humano, especialmente si son pobres

jguebelyo@gmail.com