La Nación
El coronavirus como excusa 1 29 marzo, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

El coronavirus como excusa

Alexander Molina Guzmán

 

Sí, el coronavirus se convirtió en excusa para aceptar sin chistar que todos los que se mueren de “coronavirus” es de eso, sin que los familiares del muerto sepan si en verdad fue de eso o de otra cosa. Hay varios reclamos de gente que dicen que su familiar entró a la clínica u hospital por causas distintas; sin embargo, según el parte médico murió de “coronavirus” y derecho a la cremación o al hoyo, en un proceso de “aislamiento” del cadáver. En este país ya no hay noticias de los que se mueren por sida, por tabaquismo, por diabetes…No. “El negocio” del momento como que es coronavirus y como estamos en Colombia, en donde todo puede pasar, ya que hasta los muertos los ponen a “votar”, nada de raro tiene que se hayan vuelto negocio los “muertos por coronavirus”.

Como negocio se volvió el Estado para la plutocracia de este país, pue se adueñaron de todo el aparato estatal para que los enriqueciera hasta la saciedad y permitiendo incluso que se robaran la plata pública ¡Viva el Estado! Pero ahora dizque el coronavirus hizo que en menos de lo que canta un gallo “desaparecieran sus fortunas”, como la de los banqueros, y entonces piden que el Estado los financie y les dé plata pública para “mover su negocio” y sí, el Estado, gerenciado por un Gobierno Nacional amigo de ellos, les da ese dinero público con el compromiso de proteger sus “fortunas perdidas” ¡Viva el Estado! Un Estado comprometido con ellos.

Porque el compromiso para superar la crisis económica y social no es dejar de robarse la plata pública, no es dejar que la salud deje de ser negocio privado, no es dejar de perseguir y dejar de chuzar las voces contestatarias y opositoras, no es dejar que se siga asesinando a los líderes sociales, no es dejar que la protesta social respire, pues hay que forzarla a que esté confinada, arrinconada…todo eso va a continuar. Al contrario, con la excusa que el coronavirus “llegó para quedarse” hay un arribismo contra la clase trabajadora para que acepte, bajo amenaza de perder su empleo, que cargue con los gastos del trabajo en casa; que esté obligado a trabajar por horas, obligado a renunciar a horas extras y que esté incluso dispuesto a trabajar sin todos los elementos de bioseguridad (como le ha tocado incluso al personal médico); que esté obligado a que se desmejoren sus condiciones laborales y de vida. Con la excusa del coronavirus, resulta que es a la clase trabajadora a la que hay que “vacunar”.