‘El corredor del sexo’

Antes de las grandes obras de desarrollo que se construyen en el centro del Huila, los jóvenes campesinos y los habitantes en general de Gigante, Garzón y la Zona Cafetera dependían de las labores agrarias, pero hoy la venta de ‘sexo’ ha incidido en la vida tranquila de muchas poblaciones. Antes de las grandes obras de desarrollo que se construyen en el centro del Huila, los jóvenes campesinos y los habitantes en general de Gigante, Garzón y la Zona Cafetera dependían  de las labores agrarias, pero hoy la venta de ‘sexo’ ha incidido en la vida tranquila de muchas poblaciones. HUMBERTO SOSA SIMBAQUEVA LA NACION, GIGANTE-GARZON No es fácil poder interpretar lo que muchos padres de familia, pero en especial las humildes madres llevan por dentro y de corazón al ver la manera como se ha aumentado el grado de descomposición enquistado en la comunidad giganteña y  extendido a Garzón tocando el nivel social y pacífico de toda la zona cafetera de Zuluaga, Silvania y Tres Esquinas en donde abunda, por supuesto el desarrollo y fomento del ecoturismo y agroturismo en fincas que sirven para el descanso, el relax, la integración familiar y el buen ambiente que causa el aire puro, pero a la vez golpeado por el fenómeno creciente de la prostitución. Ir a Gigante, municipio altamente productivo agrícola con Cacao de excelente calidad y cuyos precios muy poco ayudan y con un café abundante en calidad pero que últimamente ha tenido también un descenso en su precio, era bueno para los hogares, pues no abundaban los sitios de lenocinio como los aseguran algunos de sus habitantes que se atreven a hablar. “Antes de los grandes proyectos, Gigante era chévere para vivir, todo era más barato, los arriendos no eran tan costosos, no se veía tanta prostitución, que hoy a los viejos nos tienen azotados, borrachos por todas partes, niñas que no les importa no siquiera ellas o su cuerpo y en cada sitio por el que pasa muchachos sin escrúpulos  por el sexo”, nos contó don Mariano, un habitante del centro. ‘Bueno para ellas’ Y es que hasta hace algo más de un año Gigante solo tenía dos sitios de prostitución en donde esporádicamente entre semana abrían con seis o hasta diez mujeres el fin de semana. Hoy en día aparecieron cuatro establecimientos más y se aumentó la presencia de mujeres que casi toda la semana laboran en horarios nocturnos, pero el fin de semana a partir del jueves se multiplica el trabajo, como lo reconoce ‘Paty’, una caleña que llegó   al Huila y  ha logrado buenos dividendos. “Yo antes no venía a Gigante, iba de vez en cuando a Garzón y me iba bien en temporadas, porque allá los hombres no son tan generosos, pero aquí son más amplios, botados”, dice la mujer de ojos claros y buen cuerpo, ratificando que en cada establecimiento hay entre 10, 15 o más muchachas con quienes comparte, Esta versión la  reiteran hombres jóvenes que abundan los sitios cercanos. ‘Sara’, otra mujer que trabaja en Gigante, pero va a Garzón en donde hay dos sitios reconocidos a la entrada del sector de Sartenejo y cuando la invitan incluso se pega la rodadita a Zuluaga a un sitio que ha generado controversia entre la comunidad y las autoridades. Entiende lo bueno del momento, con el boom petrolero, el aumento de la cosecha y algunos trabajadores de El Quimbo que salen los fines de semana y dejan la plática con ellas. “Yo soy de Neiva, pero descanso algunos días en la casa, me concentro en Gigante y allí pagan más o menos entre 40 y 60 mil pesitos, por amanecida pagan doble y en Zuluaga es bueno porque es a puerta cerrada y seleccionada la gente y por el pago es mucho mejor. En Garzón no es tan bueno por lo inseguro de los sitios, lo lejos del pueblo y el que va toma pero paga poquito 20 y 30 mil pesos, pero lo máximo es hacer el corredor”, dice la joven natural de un barrio popular de Neiva. ‘Que no lleguen’ Mientras en el municipio de Gigante la descomposición social es latente, el trago y las mujeres abundan, y la inseguridad se incrementa. Las riñas proliferan y las autoridades han tenido que enfrentar con decisión en un mundo diferente, tejido por el dinero bien habido porque los obreros rasos trabajan duro al sol y al agua, para dejar la ganancia en la diversión, en Garzón la cosa es diferente, pues muchos padres de familia no quieren que llegue este fenómeno y prefieren que se mantenga como hasta ahora ha estado sin mayores consecuencias, aunque se anuncia toque de queda nocturno para los jóvenes. El grito en el cielo lo han puesto los habitantes de Zuluaga, con vía pavimentada desde Garzón, pasando por este bello caserío, siguiendo a la zona cafetera y terminando en Gigante en un corredor turístico nada envidiable a los buenos momentos del eje cafetero, pero ahora han llegado dos sitios de lenocinio, uno obedeció orden de cierre del Gobierno, mientras que el otro en una zona muy reservada, mantiene la puerta cerrada, pero allí llegan las mujeres, pocas pero amables y bellas que han sido la ‘sensación’ para muchos que se las ingenian para ingresar. Dura lucha La lucha en la zona no es sólo por el desorden, el licor, la alta velocidad de las motocicletas y el abultado sonido u excesivo que se siente en las cantinas. La puja es también por los efectos de la explotación petrolera en la zona de protección del Paramo Miraflores por la colocación de plataformas que tienen muy amenazada la región. “Estamos muy preocupados porque el petróleo nos ha traído mucho daño social, descomposición en los hogares, inseguridad y daños en el ambiente y la naturaleza, por lo que queremos apoyo de las autoridades”, manifestó la concejal Nubia Segura, respaldada   por el también concejal Albeiro Manjarrés. El alcalde de Gigante, Iván Luna Ortiz, reconoce que ha sido muy difícil gobernar en medio de todo lo que han traído estas obras y proyectos. “Hemos tenido que soporta el aumento del alicoramiento, vicios nuevos, mucha prostitución, carestía en todo y otros efectos que a la par con los momentos que vivimos nos ha tocado aplicar medidas, pero toca gobernar y buscar lo mejor para la comunidad y evitar que se salga de lo normal las condiciones de nuestro municipio, en donde estamos es armonizando para mantener el Corredor Turístico Gigante, Garzón Zuluaga”, indica el mandatario.