En esta campaña al Congreso que terminó el pasado domingo ya estaban en la palestra muchos candidatos y precandidatos presidenciales, algunos participaron en consultas alrededor de tres coaliciones, Equipo por Colombia, Pacto Histórico y Centro Esperanza, dando como ganadores a Federico Gutiérrez, Gustavo Petro y Sergio Fajardo. Procesos donde el país estaba expectante para ver cómo se desenvolvían de la mejor manera, pero qué va, se caracterizó por una campaña ligera en medio de la grave crisis social que afrontan los colombianos.
Realmente esta precampaña estuvo ausente de propuestas, pareciera que los candidatos van por un lado y los electores por otro, lo único que vimos alrededor de las consultas es que los candidatos se atacaban, asistían a debates sin argumentos sólidos mientras los sectores sociales tienen angustia por el costo de vida, desempleo, inseguridad, corrupción, y pobreza, según la última medición de Invamer Gallup.
Ahora cuando arranca el debate presidencial a primera vuelta, estamos ansiosos de escuchar propuestas y contrapropuestas, y para que estas tengan visibilidad sería conveniente reducir el número de candidatos, se redujeron con las consultas pero todavía falta más, deberían seguir el ejemplo de Óscar Iván Zuluaga que declinó su aspiración, es el caso de Rodolfo Hernández, Ingrid Betancourt, Luis Pérez, Milton Rodríguez y Enrique Gómez, y así poder presenciar un debate más cercano alrededor de los temas de interés nacional.
Urge a gritos una reforma estructural al sistema electoral, que sea independiente y no dependa de los partidos ni del Congreso; una reforma al sistema carcelario; una reforma estructural tributaria; y una reforma pensional, creo es más fácil de lo que se está escuchando, con la eliminación de subsidios a las cotizaciones y pensiones altas, lo que nos da para poder decretar media pensión a los adultos mayores en los sectores vulnerables y que no hayan cotizado. En temas de renta básica, hay que unificar todos los subsidios y así decretarla no en favor de personas sino de la cabeza del hogar en los sectores populares.
Como están las cosas, me temo que en esta campaña volveremos a ver a los dos extremos (la derecha y la izquierda), con una polarización acentuada, en una guerra sin cuartel, creo que lo que viene es candela donde va a primar las posiciones emotivas, no razonables. Era el momento de la opción de centro, pero me temo que esta se marchitó en la consulta en sus excesos de mecánica y peleas intestinas. Qué lástima. Quiera Dios que esté equivocado.
Finalmente, lo que queremos los colombianos es una campaña de altura, de propuestas documentadas, donde la credibilidad del candidato juegue, y podamos escoger al que más le convenga para ser presidente en la Colombia de hoy.