La Nación
EDITORIAL

El dedo en la llaga

El pasado domingo las Farc anunciaron la entrega de todos los militares secuestrados, así como el cese definitivo de los secuestros extorsivos. El anuncio de las Farc RAÚL EDUARDO SÁNCHEZ El pasado domingo las Farc anunciaron la entrega de todos los militares secuestrados, así como el cese definitivo de los secuestros extorsivos. Este anuncio podría ser considerado como el hecho de paz que estaba buscando el Gobierno Nacional para poder iniciar una negociación con la guerrilla. Sin embargo, aunque es una buena noticia debe recibirse con cautela y prudencia toda vez que este grupo ilegal nos tiene más que acostumbrado a las mentiras. Se deben dar unos meses de espera para verificar si lo dicho es cierto o no, porque se puede caer en el optimismo extremo. El otro aspecto es que se renuncia a una modalidad delictiva pero no al cese del fuego. El profesor Alejo Vargas de la Universidad Nacional expresaba en una entrevista radial, que mientras esto no suceda cualquier acto de violencia será considerado como violatorio de estos hechos de paz. Mencionaba con razón, como la paz alcanzada con el M-19, el EPL, la Corriente de Renovación Socialista, el Quintín Lame y el Partido Revolucionario de los Trabajadores, se dio bajo el cese absoluto del fuego, logrando un dialogo sin presiones y con la meta clara de un acuerdo de paz, entrega de armas y desmovilización. También hay que decirlo desde ya, la paz tiene muchos enemigos y no querrán que se logre cesar de manera definitiva las hostilidades. Solo el tiempo lo dirá, por lo pronto esperar las liberaciones, el verificamiento de su anuncio y saber cuál es el próximo paso a seguir por parte del Gobierno. A la hora de sentarse a hablar no se debe olvidar que la paz no se negocia con shows mediáticos o espectáculos circenses. Además que el esquema del Caguán definitivamente falló, que se debe velar porque la verdad salga a la luz pública, como por ejemplo, se entreguen los datos de donde están las fosas comunes, o que paso con miles de desaparecidos, entre otros aspectos, inclusive más importante que la propia justicia, y finalmente que después de alcanzada la desmovilización, si algún día se llega a ello, es obligación primordial la de salvaguardar la vida de todos los desmovilizados, desde el guerrillero raso hasta alias Timochenko, porque de esa protección depende el éxito de los acuerdos de paz, ya que la historia nos ha enseñando que si no se cumple con lo pactado se vuelve a las hostilidades, perdiendo credibilidad y largos años de recorrido a la paz.