Jesús Antonio Rojas Serrano
“Queremos hacerle un homenaje a todas las mujeres de América Latina. A Manuelita Beltrán, a Policarpa Salavarrieta, a Manuelita Sáenz, a todas las libertadoras tan negadas en la historia oficial, pero que han sido partícipes de primera línea en las luchas de liberación. Ellas han sembrado una cosecha hermosa de mujeres revolucionarias, libertarias, de mucho talento humano, de muchas convicciones, mujeres como Piedad Córdoba, que están colaborando en un gran cambio social para que los pueblos del mundo puedan tener libertad y justicia”. Con estas palabras pronunciadas el 10 de febrero de 2011, ‘Camilo El Argentino’ selló la liberación del entonces concejal del municipio de Garzón y hoy diputado de la Asamblea del Huila, Armando Acuña, quien llevaba 19 meses secuestrado por la columna Teófilo Forero de las Farc. El escenario: una región montañosa del municipio de Puerto Rico, Caquetá.
‘Camilo’ había sido encargado dos meses antes por ‘El Paisa’, el otrora comandante de la Teófilo Forero y ahora, integrante de las disidencias de las Farc, para que coordinara la entrega del secuestrado ante una comisión de la Cruz Roja Internacional, la entonces senadora Piedad Córdoba y el periodista Norberto Antonio Castaño Buitrago. Castaño había llegado tras una travesía de varias semanas, mientras que la dirigente liberal arribó en un helicóptero brasileño. “Fue ‘Camilo’ el que me entregó un traje de saco y corbata para que luciera en la liberación”, evocó ayer Acuña.
Además de los elogios a Córdoba, ‘Camilo’ recordó ese día a la compañera sentimental de ‘El Paisa’, ‘Sonia, la pilosa’, quien por esa época había muerto en un bombardeo ordenado por el entonces presidente Álvaro Uribe. De ella alcanzó a decir que había sido una “comandante ejemplar, de 34 años, vilmente asesinada por misiles inteligentes norteamericanos”.
¿Quién es?
Tras la liberación de Acuña, las autoridades pusieron su mira sobre ‘Camilo El Argentino’ y rápidamente fue identificado: Facundo Morales Schoenfeld.
Nació en San Miguel, provincia de Buenos Aires, Argentina, llegó a Colombia en el año 2002 e inteligencia militar lo consideró el ‘cerebro’ de la infiltración de la guerrilla en universidades y protestas en Bogotá, Cali, Medellín, Bucaramanga, Neiva y Florencia. En la Novena Brigada del Ejército, tuvieron claro siempre que era la mano derecha de ‘El Paisa’.
La llegada de la firma del acuerdo de paz se convirtió en la desgracia para ‘Camilo El Argentino’. Él nunca estuvo a favor de las negociaciones en La Habana y siempre se le escuchó decir que ese tratado iba a beneficiar a los altos comandantes y no a los guerrilleros rasos.
Sus permanentes críticas llevaron a que lo confinaran en la antigua zona veredal de La Carmelita, en el Putumayo. LA NACIÓN registró en marzo de 2017 que en efecto, allí permanecía.
Sin embargo, tal parece que el olvido en el que cayó lo llevó a irse del país. ‘Camilo El Argentino’, de 44 años de edad, ha vuelto a ser noticia, esta vez por su participación en las protestas en Bolivia que terminaron con la salida del presidente Evo Morales.
Según la Policía de ese país, el hombre que resultó herido a bala en un enfrentamiento entre afines a Morales y los grupos cívicos es el exguerrillero, quien permanece internado en una clínica desde el lunes pasado bajo estado de coma.
Las autoridades bolivianas quieren saber cómo ‘Camilo El Argentino’ llegó a ese país y las relaciones que sostenía.
“La presencia de una persona con entrenamiento militar no es casual. Ha venido contratado”, dijo el jefe de Policía de Santa Cruz, Bolivia, Miguel Ángel Mercado.
Todo indica que atrás quedaron las épocas en que ‘Camilo El Argentino’ tenía el poder de citar a funcionarios, políticos y campesinos de Huila y Caquetá. El alcalde de San Vicente del Caguán, Humberto Sánchez, lo recuerda perfectamente: “Este es un delincuente que operaba bajo las órdenes de alias ‘El Paisa’ y amedrentaba a toda la gente. Era tal su actividad ilícita que amenazaba a los líderes políticos a tal punto que debían ir hasta donde estaba para congraciarse con él”.