La Nación
El dios asesino 1 19 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

El dios asesino

Por favorecer a los poderosos de la tierra, hemos creado dioses asesinos. Dioses adictos a la sangre humana, del viejo politeísmo y del vigente monoteísmo, del oriente y del occidente.

Por ellos, grandes guerras en la tierra. Por el cielo cristiano, pavorosas masacres de indígenas. Por el poder terrenal con discursos celestiales, numerosas iglesias anti-iglesias, numerosas empresas religiosas anti-religiosas, muchísimos pastores anti-pastores.

Insatisfechos con la criminalidad celestial, creamos el más criminal de los dioses en la Tierra: el dios dinero. Suprema deidad del capitalismo, el más deshumanizante de los dioses terrenales. “Poderoso don dinero”, según don Quevedo

Por él, abundan guerras nacionales y mundiales, proliferan miserables y potentados. Por él, cada esclavo carga un amo sobre sus hombros, cada humano-chimpancé devora su víctima a dentelladas, cada ciudadano sufre un político en su consciencia, cada ser humano lleva su tragedia en el alma.

Por su insaciable codicia, muere el Planeta. Lo disecan por su excesiva voracidad, lo ahogan en basura plástica. Destruyen la armonía entre biosfera y tecnosfera según Barry Conmoner en su bello texto: “El círculo que se cierra”.

Por acrecentar cuentas bancarias, poderosas corporaciones asesinan el Planeta. Sus vanguardias tecnológicas saquean la Naturaleza, la exprimen, la vuelven cascarones disecados. Agoniza la Tierra. Hoy, hay desiertos donde había terrenos fértiles, aridez donde brotaba el agua, socavones donde crecían colinas, enfermedades donde había salud, tristezas donde flotaban sonrisas, mezquindad donde había humanismo. Hoy, hay confrontaciones sociales donde reinaba la paz.

 Por la tecnología al servicio del nuevo dios, empresas capitalistas envenenan territorios ajenos, arruinan a sus habitantes, calientan el globo. Asesinan al Planeta, pero consolidan sus riquezas, sus poderes políticos, su estúpida grandeza.

Por el dios oro, el Planeta convulsiona. Lo testimonian el calentamiento global, las investigaciones científicas y los espasmos geográficos. Sin embargo, lo desconocen los negacionistas, la codicia, la estupidez humana, las ideologías conservadoras, las extremas derechas y los emporios empresariales.

Negacionista, Donald Trump, para quien el calentamiento global es artimaña comercial china para dañar la competitividad norteamericana, y Boris Johnson, para quien el cambio climático carece de fundamento, y Vladimir Putin, quien lo considera ciclo normal del clima, conveniente a la economía rusa, y Jair Bolsonaro, quien recomienda hacer caca cada dos días para enfriar el Planeta, y Matteo Salvini, quien siente más frío con el calentamiento global.

Negacionistas colombianos: Francisco Lloreda, presidente de la Asociación Colombiana de Petróleo; miembros del Centro Democrático, nuestra extrema derecha criolla, y miembros del Partido Liberal que también son de extrema derecha cuando los tienta un milagro del dios asesino.