La naturaleza no ha sido la mejor aliada para las familias golpeadas por el desastre que causaron las crecientes de varias corrientes de agua en los municipios de Algeciras, Rivera, Campoalegre y el mismo Neiva. Aunque no se ha presentado la pérdida de vidas humanas afortunadamente, pero sí de muchas especies animales, las consecuencias son graves y grandes. El registro de los periódicos y la televisión ha dejado ver cómo fueron arrasadas muchas residencias y cultivos, vehículos, muebles, vestuario e implementos de uso cotidiano, especialmente en las zonas veredales, aunque no escaparon varios barrios del área urbana, especialmente en Campoalegre y Rivera. Como propio queremos sentir la pena y el dolor que golpea lamentablemente a las familias más humildes y trabajadoras de esta zona del departamento del Huila. Para bien de ellas, la reacción y apoyo de las autoridades nacionales, departamentales y municipales no se ha hecho esperar. Sin embargo, el drama es muy grande y grave, como lo son las expectativas de los damnificados y el compromiso que espera a las autoridades. Por ello, desde la Federación Nacional de Comerciantes -Fenalco- hemos hecho un llamado especial a nuestros afiliados para que “Todos a una” tendamos nuestras manos a quienes hoy, con gran fortaleza afrontan el aciago momento porque pasan. La solidaridad debe ser la gran bandera que nos abrigue para llegar a nuestros paisanos, que la merecen y la demandan. Desde luego, esta invitación es para todos quienes comprendan que solo da quien tiene, que hay que sembrar para recoger y que obras son amores y no buenas razones. En la sede operativa de Fenalco Huila (calle 11 carrera 7), se estarán recibiendo las donaciones que, sin duda, serán del mejor recibido por los coterráneos que hoy esperan nuestras buenas acciones. Por último, hacer un llamado especial al Gobierno Nacional para que de los buenos anuncios e intenciones se pase a los hechos que sean soporte para que nuestros hermanos vuelvan a tener una vivienda digna, accedan a créditos para su dotación y, vía prestamos especiales, puedan superar las pérdidas económicas que ocasionaron las avalanchas causantes de la desaparición de sus cultivos, hecho que apagó sus sueños y proyectos a corto plazo. Para todos los damnificados, nuestro mensaje de solidaridad y votos porque el Todopoderoso les de fortaleza para seguir adelante, ¡nuestras más sinceras manifestaciones de solidaridad y apoyo!