A muchos nos ha dolido el caso de Kienyke donde se directora, Maria Elvira Bonilla y su equipo se retiran de este exitoso Portal, por diferencias de criterio con su junta directiva.
EL DOLOROSO CASO DE KIENYKE
Bogotá, Octubre 29 de 2012 E-mail cecilia@cecilialopez.com www.cecilialopezcree.com www.cecilialopez.com A muchos nos ha dolido el caso de Kienyke donde se directora, Maria Elvira Bonilla y su equipo se retiran de este exitoso Portal, por diferencias de criterio con su junta directiva. Es el caso típico de los principios que tienen que orientar al periodismo y que son poco entendidos por aquellos que no lo son. KienyKe había logrado en dos años muchos éxitos, por la oportunidad de sus noticias que aparecían con frecuencia antes que en las páginas web de la prensa tradicional, por su mezcla entre noticias, light, reflexiones políticas y económicas y notas sociales que han tenido una gran acogida. Personas y eventos que jamás habían tenido la oportunidad de aparecer en sociales, le mostró a la elite restringida de este país, que un sector moderno, interesante tanto en la capital como en muchos departamentos, está creciendo y contribuyendo en muchas áreas importantes para Colombia. Eventos regionales, culturales, entre muchos más han tenido la oportunidad de “mostrarse.” El tema de fondo es la libertad de expresión una de las grandes virtudes que ha tenido KienyKe. Como columnista que fui desde su creación hasta esta semana, puedo dar fe que siempre escribí con total libertad, convencida que no había temas vedados siempre y cuando fueran planteados de manera seria y responsable. Es una lástima que una columna como la de “Pacific es Colombia” hubiese sido la piedra en el zapato por varias razones. Primero, porque no es la única vez ni el único columnista que ha planteado con preocupación la agresiva campaña publicitaria de esta empresa, lo que contrasta con los problemas laborales que ha tenido. Segundo, porque fue realmente una lástima que el columnista no le hubiera suministrado a KienyKe, las constancias que exigieron y que el tenía pero que entregó a otro Portal. Tercero, porque para una periodista del talante de Maria Elvira Bonilla era imposible aceptar que frente al hecho de que no había nada sin bases en la columna, las directivas de KienyKe se hubieran negado a reincorporar a este joven periodista. Cuando se denuncia la autocensura, tema que aborda permanentemente la mejor periodista del año, Cecilia Orozco, no se está exagerando. Es muy grave, que ante eventos como éste, los mismos columnistas se abstengan de expresar opiniones informadas por temor a que se le cierren las pocas puertas que hoy existen en el país. Cuando se comparan los números de periódicos de cobertura nacional en México, por ejemplo, con los que existen actualmente en Colombia, es evidente que es una proeza conseguir publicar una columna en alguno de ellos. Y no por falta de voluntad de sus editores sino por el exceso de oferta, en un país donde la dinámica permanente en términos de noticias, obliga a una avalancha de comentarios. Lo que logró Maria Elvira Bonilla y su equipo, fue demostrar que Portales como KienyKe bien manejados, con criterio periodístico, pueden tener mucho éxito en términos de sus lectores que hoy llegan a 2 millones 500 mil. Pero también aprendió la lección de manera muy dura, porque era su proyecto dorado, que los criterios periodísticos no siempre coinciden con los intereses del capital. Esta es una gran limitación porque si vamos a buscar periodistas con recursos financieros considerables es casi imposible encontrarlos. Por fortuna hay mecenas, un poco ocultos, algunas veces, pero existen y que sin duda estarán dispuestos a apoyar experiencias que amplíen los canales de información en los nuevos medios digitales. Colombia los necesita porque este país produce cada minuto toda clase de situaciones que ameritan análisis serios y oportunos y entre más opiniones existan habrá más democracia.