CARLOS EDUARDO AMÉZQUITA
La memoria humana se adapta y se moldea para ajustarse a este mundo, diverso y complejo, y para ello es capaz de crear falsos recuerdos, o memorias de papel. Cada vez más útil en personas desmemoriadas (dice mi abuela).
La revista “Proceedings of the National Academy of Sciences” publicó los resultados de resonancias magnéticas cerebrales aplicadas a 210 personas de 20 a 89 años. Los investigadores hallaron que los adultos mayores tenían más conexiones entre las distintas secciones del cerebro, lo que se tradujo en una mala memoria. En otras palabras, que, a más conexiones entre las diferentes secciones, peor memoria.
La investigación se basa en el efecto DRM – una forma de inducir falsos recuerdos en pacientes y lectores desprevenidos que fue descubierta hace décadas –. Este nombre combina las iniciales de tres investigadores: James Deese quien describió por primera vez la ilusión psicológica (1959), pero no fue hasta 1995 que Henry Roediger y Kathleen McDermott la vincularon a los falsos recuerdos. A partir de entonces fue ampliamente utilizada en experimentos psicológicos “y en la interpretación amañada y distorsionada de hechos históricos”.
En general los quejosos, los pesimistas, figuras públicas, columnistas, algunos dirigentes, incluso los Delfines hijos/y sobrinos/ de Delfines, seguramente padecen efecto DRM (Dejen de Rumiar Melancolías!)=(https://www.scientificamerican.com/espanol/noticias/que-ocurre-en-el-cerebro-cuando-nos-falla-la-memoria/).
Es cierto, el DRM ya se nos está pegando. Reiteradamente leemos en la prensa diatribas a los logros del gobierno Santos en materia de Paz. Casi siempre se nos olvida que en Colombia se han realizado intentos y fracasos de Acuerdos de Paz desde finales del S.XIX: Con movimientos indígenas, campesinos, obreros, insurgentes, paramilitares, guerrillas, religiosos, entre otros.
¿Por qué cuando alguien hace algo apropiado todo el mundo le cae encima; caso contrario si nadie hace nada? Vea usted.