La Nación
El encierro agobia a adultos mayores en ancianatos 1 18 abril, 2024
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El encierro agobia a adultos mayores en ancianatos

El estricto confinamiento obligatorio impuesto a las personas mayores también ‘golpea’ fuertemente a quienes viven en centros de protección. En Colombia, se estima que 36.000 abuelos residen en 1.216 ancianatos.

Temadeldía@lanación.com.co

El encierro agobia desde hace tres meses a Alberto Bonelo. Los recuerdos que su mente guardaba, de la última vez que pudo caminar tranquilamente por las calles del centro de la ciudad, se desvanecen, mientras sus días parecen alargarse en el hogar Fundación Caya, en Neiva.

El giganteño de 80 años de edad desde hace cinco vive en hogares para el adulto mayor de la capital huilense. Cuenta que, si bien siempre ha cumplido las reglas establecidas en estos centros de protección, “es un hombre libre, independiente”, sin embargo, con la llegada del covid-19 y las restricciones impuestas, esas posibilidades se volvieron lejanas para los adultos mayores.

“Antes uno salía a dar una vueltica, ahora no nos dejan por el peligro del virus, no hay idas a misa, ni miradas para la calle, nada”, se lamenta.

Así como Alberto, los 55 adultos mayores con edades entre 70 y 90 años cobijados por Fundación Caya en sus tres sedes, extrañan las misas dominicales, salir al andén a ver transeúntes, realizar caminatas o recibir visitas de familiares, amigos o conocidos.

“Ellos son adultos mayores activos, quieren que los llevemos a misa, a veces lloran por salir al andén, hay días que algunos están bravos, no asimilan el encierro y piden que desarrollemos con normalidad la vida cotidiana, pero con los profesionales que tenemos les manifestamos lo que está pasando”, explica María Constanza Cano, directora de la Fundación Caya.

Medidas

Y es que los centros de protección para el adulto mayor están enfrentando un gran reto en todo el mundo tras la llegada de la pandemia del covid-19, pues albergan a la población más vulnerable.

Por lo anterior, la Fundación Caya con sus tres sedes en Mártires, Potros y Altico ha implementado una serie de medidas de bioseguridad para proteger a los 55 adultos mayores del letal virus.

“Se prohibió el ingreso de personal ajeno a la institución, algunos de ellos tienen familiares, amigos, conocidos, entonces, cuando ellos lo requieren llamamos a sus seres queridos”, cuenta Constanza Cano.

El equipo de profesionales de la Fundación integrado por dos psicólogos, dos fisioterapeutas, una nutricionista y una recreacionista, así como quienes laboran en el área de aseo, son las únicas personas autorizadas para ingresar a estos centros de protección, pero antes, deben someterse a un estricto control de desinfección y portar todos los elementos de bioseguridad.

No obstante, la Fundación dispuso de una unidad de aislamiento en cada una de sus sedes por si se llegase a presentar un caso de contagio.

´Un escape’

Con el fin de motivar a los adultos mayores agobiados por el confinamiento, la Fundación Caya decidió realizar un San Pedrito al final de este mes en cada una de sus sedes, y ellos han sido partícipes en la organización.

“Las actividades que se están desarrollando en los tres hogares son lúdico-recreativas porque en este tiempo de pandemia los abuelos están en confinamiento total y necesitan más que nunca estar activos, hacemos rumba terapia y músico terapia”, cuenta Erika Quiroz quien es recreacionista.

Agrega que por estos días algunos abuelos se han dedicado a realizar la decoración San Pedrina y a apoyar en la elaboración de sus trajes típicos, lo cual les ha servido para olvidar por un momento el encierro total que viven desde hace tres meses.

Es de recordar que el pasado lunes 8 de junio Neiva registró el contagio de un adulto de 89 años quien no presentaba síntomas y estaba cumpliendo aislamiento obligatorio en un hogar de atención al adulto mayor en la ciudad. Aún no se ha establecido la cadena de infección.

*La Fundación Caya opera tres centros de bienestar en Neiva a través de un convenio con la Administración Municipal.