Doscientos policías de la Dijín lograron en medio de 24 horas recapturar a Cristopher Chávez Cuéllar, alias ‘El Desalmado’, el hombre que confesó públicamente que asesinó a cuatro de los hermanos Vanegas Grimaldo el pasado 4 de febrero en Florencia.
LA NACIÓN conoció que gracias a la recompensa de 50 millones de pesos, una fuente humana dio aviso a las autoridades del lugar exacto donde se escondía el sicario. Los uniformados hacia las 11 de la noche del domingo, atendiendo la denuncia llegaron hasta una vivienda del municipio de Morelia, allí trató de escapar de nuevo, pero los agentes fueron más rápidos.
En el video de su captura ‘El Desalmado’ guardó silencio, bajó la mirada, pero atento a las palabras del oficial encargado de su captura. En el operativo intervinieron unidades del Escuadrón Móvil de Carabineros, Policía de Tránsito y personal de inteligencia que ingresó a desagües, bloqueó vías e ingresó a decenas de casas para tratar de ubicar a Chávez Cuéllar.
El ‘Desalmado’ aceptó los cargos por el delito de fuga de presos.
Un juez de garantías de Florencia lo envió nuevamente tras las rejas, esta vez para la cárcel de máxima seguridad en Cómbita, Boyacá, donde no tendrá la posibilidad de fugarse como en Las Heliconias, penal que está bajo el ojo de huracán por los errores y la presunta complicidad en su salida.
Escoltado por decenas de unidades de la Policía Nacional y del Inpec, ‘El Desalmado’ fue trasladado en un helicóptero desde Bogotá hasta la cárcel de máxima seguridad de Cómbita, Boyacá. Tras adelantar la reseña de ingreso Cristofer Chávez Cuéllar, fue recluido en el Patio 8, con medidas de vigilancia especial.
Al final de la audiencia confesó el crimen y aseguró que estaba poseído.
POSEÍDO Y ARREPENTIDO
A la salida de la audiencia, Cristopher Chávez Cuéllar aseguró ante los medios de comunicación que un supuesto poder sobrenatural lo tomó y lo llevó a cometer el crimen, información que nunca mencionó en la confesión que le entregó a la Fiscalía General de La Nación y que conoció en exclusiva LA NACIÓN.
“Primeramente, quiero pedir perdón a Dios; también quiero pedir perdón a las víctimas y a la sociedad en general por los hechos sucedidos. También quiero decir que en el momento un poder sobrenatural me tomó y me llevó a hacer eso, no soy la persona que señalan los medios de comunicación”.
‘El Desalmado’ aceptó el delito de fuga de presos y no responsabilizó a miembros de la guardia penitenciaria de su fuga, sin embargo, veinte funcionarios de la cárcel serán investigados por la Fiscalía, que nuevamente cuestionó si el Inpec es idóneo para mantener el control de las cárceles del país.
Fuertemente escoltado salió del Palacio de Justicia de Florencia.
LOS CAPTURADOS
El asesinato de los niños del Caquetá deja hasta el momento la captura de Luz Mila Artunduaga, esposa de Silvio Martínez, un vecino con quien Jairo Vanegas, padre de las víctimas, había tenido enfrentamientos por tierras. Es señalada por las autoridades como la autora intelectual del crimen. También cayó Aleiser García Ramírez, hermano de Édison Vega García, uno de los ya capturados. Es señalado de haber pagado los 500 mil pesos a los sicarios. La Fiscalía indicó que también se dictó orden de captura contra Jainer Antonio Urueña Esquivel.
Desde el helicóptero observó la cárcel de máxima seguridad de Cómbita, Boyacá.
Tras las rejas están Jenderson Carrillo Ordóñez, alias ‘Chencho’, quien se entregó a la Policía y aceptó que participó en la matanza y Cristopher Chávez Cuéllar, alias ‘El Desalmado’. En un mes, ante un juez de Florencia, la Fiscalía presentará la acusación formal contra los implicados.
Cristopher Chávez Cuéllar, quien se encontraba en libertad condicional por pagar las tres quintas partes de la pena de 27 años y 8 meses a la que fue condenado por el homicidio de un taxista en Campoalegre (Huila), ahora deberá purgar la sentencia completa. Enfrenta también una investigación por las conductas punibles de homicidio agravado, concierto para delinquir, porte ilegal de armas y hurto calificado y agravado.
Ya en tierra se alista para ingresar al penal de Tunja.
Guardianes del Inpec reseñan el ingreso del prófugo.