La Nación
El hambre oculta nos afecta a todos 1 20 abril, 2024
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El hambre oculta nos afecta a todos

El hambre oculta de la que muy pocos quieren hablar y aceptar que padecen, está afectando notablemente el crecimiento y desarrollo de los colombianos. La falta de vitaminas y minerales desde el proceso de la gestación tienen en alerta a las autoridades de salud en el país.

El reciente estudio de la Encuesta Nacional de la Situación Nutricional en Colombia (Ensin), adelantado por el Instituto Nacional de Salud (INS) a través de muestras de sangre; reveló cómo están los niños y mujeres embarazadas, respecto a micronutrientes fundamentales para el crecimiento y el desarrollo de las nuevas generaciones.

La carencia de hierro, yodo, vitamina A y Zinc, componentes para potenciar la inmunidad y un desarrollo saludable; están afectando a los niños en diferentes regiones, teniendo en cuenta que solo en menores de 5 años se reporta que 25 de cada 100 a nivel nacional tienen anemia (24,7%), aunque la cifra mejoró 2 puntos porcentuales respecto a los datos de la pasada encuesta (27 de cada 100).

La evaluación permitió establecer que la prevalencia sigue siendo alta y es mayor cuando se trata de niños entre los 6 a 11 meses, especialmente entre los indígenas, afrodescendientes y demás bebés que se encuentran en condiciones de pobreza. En general la cuarta parte de los niños entre los 6 meses a 5 años en Colombia son anémicos.

Adicionalmente, el estudio determinó que el mayor porcentaje de niños indígenas y afrodescendientes con anemia se encontró en las regiones de la Orinoquía y la Amazonía; en comparación con la región Central en donde se ubican los departamentos de Antioquia, Caldas, Caquetá, Huila, Quindío, Risaralda y Tolima que presentaron una prevalencia (18 de cada 100 es decir el 18,6%).

Martha Ospina, directora del INS, manifestó que “aunque un porcentaje importante de colombianos no tiene problemas de seguridad alimentaria, sí tiene una inadecuada ingesta de estos nutrientes vitales, por lo tanto su deficiencia genera retraso de crecimiento, afectando el desarrollo mental y la capacidad inmunitaria de niños y niñas; además, la persistencia de la malnutrición limita y condiciona la producción intelectual y el desarrollo de la población”.

“Dado que el curso de vida de una persona inicia en la primera infancia, lo que se haga o deje de hacerse en esta etapa para proteger su salud y nutrición tendrá grandes impactos en las condiciones de calidad de vida y salud en las etapas posteriores. Las deficiencias en el estado nutricional alteran el crecimiento y el desarrollo cognitivo, situaciones que muchas veces son irreversibles”, indicó.

La directora destacó que “con estos resultados se confirma que tenemos un enemigo oculto que es la desnutrición interna o la malnutrición que también nos preocupa porque son niños que recurrentemente tienen infecciones respiratorias agudas y enfermedad diarreica aguda, aumenta la morbimortalidad, bajo rendimiento escolar y pobre desarrollo del país. En el futuro estamos hablando de individuos con menos oportunidades y una generación de colombianos poco competitivos”.

La profesora Sara Eloísa del Castillo, del Departamento de Nutrición Humana de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia, afirmó que para solucionar el problema del hambre urgen más acciones.

“En la Ensin identificamos un aumento en la prevalencia de la desnutrición aguda y crónica, y en ese sentido es necesario analizar la historia de las cifras de desnutrición aguda y del retraso en la talla”, señaló la experta.

 

Poblaciones olvidadas

Otros datos que alertan sobre el hambre oculta son los de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los cuales indican que en todo el mundo unos 2.000 millones de personas sufren de carencia de yodo. Así mismo, cada año la falta de vitamina A se asocia con más de medio millón de fallecimientos de niños menores de 5 años. Esta deficiencia causa ceguera y debilita la capacidad del sistema inmunológico para combatir enfermedades mortales como el sarampión, la diarrea y la malaria.

Según la OMS se estima que la mitad de todos los casos de anemia son causados por deficiencia de hierro, lo cual impacta el desarrollo cognitivo y motor en la infancia, además de la productividad física y mental durante toda la vida, y aumenta el riesgo de muerte materna.

Ingerir pocas proteínas y zinc causa retraso en el crecimiento, baja estatura y reducción tanto de la capacidad de aprendizaje como de la productividad.

La profesora del Castillo explica que “los problemas nutricionales, que son el efecto del hambre oculta, se presentan en las poblaciones más olvidadas, situación que evidencia un problema de inequidad y una clara ausencia de las entidades que deben responder por este asunto”.

Agrega que la disponibilidad no es el problema sino el acceso: los ingresos de las poblaciones no les permite adquirir alimentos como las carnes, que son los que contienen los micronutrientes necesarios.

 

Malnutrición 

Pero ¿qué explica la malnutrición? Según los expertos son tres factores: “uno es el de la disponibilidad, comemos lo que está disponible; la segunda es el precio o el acceso, comemos lo que está al alcance de nuestro bolsillo; y una tercera es la elección, elegimos comer aquello que se supone es sano y nutritivo; o comemos porque nos gusta y sentimos atracción por ciertos alimentos”, explicó Marta Ospina.

Así mismo influyen otras causas como la baja lactancia materna, el acceso a servicios de agua potable y saneamiento básico, el nivel educativo en especial de la madre. Todos estos inciden en la situación nutricional de los colombianos y deben tenerse en cuenta dentro de las políticas públicas.

“Se requiere fortalecer la lactancia materna, la mayoría de los bebés están perdiendo su lactancia durante los tres primeros meses de vida, y también una adecuada alimentación complementaria”, subrayó.

El panorama en Colombia frente a la nutrición según la directora del INS “es que todavía hay muchas familias sin una alimentación suficiente, digna y adecuada desde el punto de vista nutricional, pues los alimentos con proteínas y nutrientes claves como hierro, calcio y Zinc son los más costosos y son todavía más inalcanzables para las familias más pobres o de origen étnico”.

Según los expertos los resultados de este estudio confirman que las economías de países con condiciones nutricionales como las de Colombia, deben promover la seguridad nutricional mediante una combinación de acciones intersectoriales; lideradas desde el Estado y acompañadas de herramientas que ya han sido implementadas en otros países y que deben adecuarse a los colombianos.