De las muchas cosas para resaltar de las elecciones del pasado domingo, está la renovación del Concejo de Neiva. De acuerdo con los resultados más de la mitad quedó constituido por nuevos miembros que seguramente le van cambiar esa imagen negativa que casi siempre ha tenido esta corporación desde cuando sus integrantes empezaron a recibir honorarios haciendo que para muchos de ellos, ser concejal se tornara en un modo de vida y no un modo de servir a la ciudad.
Por supuesto que desconozco a muchos de los nuevos concejales, pero la presencia de tres de ellos, Leyla Rincón Trujillo, Mayra Alejandra Zambrano y Mateo Eduardo Trujillo, elegidos por el voto de opinión, constituye un factor de esperanza de que el Concejo de esta capital podrá cumplir una tarea constructiva en la solución de los grandes problemas que la aquejan por donde se la mire. Los tres tienen una gran formación académica, son luchadores por los más altos intereses ambientales y sociales de Neiva y sé que serán incorruptibles a las tentaciones del poder local como lo es la injerencia en los procesos de contratación en busca de beneficios personales. Ellos serán una garantía de lucha contra la inmoralidad y la ineficiencia en el período que se inicia el 1 de enero próximo.
Los retos de este Concejo renovado son comprometedores con la suerte de Neiva, entre los cuales figura la solución de los problemas cruciales de la ciudad que le tocará afrontar al nuevo alcalde Rodrigo Lara Sánchez. Me refiero concretamente a la implementación del Sistema Estratégico de Transporte Público, SETP, a la construcción de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales, PTAR, a la terminación del Parque de la Música y la sede de la ESE ‘Carmen Emilia Ospina’ del norte, al rescate de Empresas Públicas de Neiva para que ésta sea una entidad modelo en la prestación de servicios, a la terminación y aprobación del hasta ahora fallido Plan de Ordenamiento Territorial y a la terminación de las obras inconclusas que deja la actual administración. Además, no se puede olvidar que uno los puntos prioritarios de la Alcaldía debe ser el problema del suministro de agua a una ciudad que crece urbanísticamente y que por lo tanto a mediano plazo no puede depender solo del río Las Ceibas. Los retos están ahí, a la orden del día. Quiera Dios que esta vez tengamos suerte con el nuevo gobierno municipal.