María Carmenza Cuenca
La mayoría de las mujeres que leen esta columna son madres y han tenido la experiencia de vivir el posparto, así como los hombres de acompañar mujeres en el posparto. ¿Y estarán de acuerdo conmigo y es que durante el posparto el único protagonista es el recién nacido, y yo me pregunto…que pasó con la mujer? Es como si ella se hubiera perdido en el triángulo de las Bermudas…recordemos unos días antes donde la futura madre y el bebé en camino eran los protagonistas y de repente después del nacimiento centramos nuestra atención en el recién nacido y nosotras mujeres tan propensas a sacrificarnos y a ignorarnos consideramos que ese olvido hace parte de la maternidad.
Empecemos por definir el posparto y es el periodo de tiempo que pasa desde el nacimiento hasta 6 semanas después en la vida de la nueva madre. Estas 6 semanas están dadas por el tiempo aproximado que se demora su cuerpo en volver a funcionar como funcionaba antes del embarazo. Hemos hablado en otras oportunidades de la importancia de integrar los saberes alrededor del cuerpo, de la mente y del alma como parte de la preparación para el nacimiento y así mismo este periodo de retomar la fisiología de la mujer no grávida, debe ser tiempo para retomar las emociones de la mujer no grávida y la espiritualidad de la mujer no grávida…solo que la transformación ha sido tal que es una realidad ya no estamos embarazadas pero ahora somos madres y todo nuestro SER lo sabe y lo siente y más que volver a lo que éramos antes es un aprendizaje en tiempo récord de ser madres…ser madre por primera vez, o ser madre de 2 o de 3 hijos…siempre un aprendizaje nuevo.
Hoy las invitaciones son varias… la primera de ellas es que elevemos nuestra voz y nuestro corazón y no nos permitamos olvidarnos…en el posparto, así como en el embarazo la mujer y el recién nacido deben continuar siendo los protagonistas…así como deseamos un nacimiento respetado…busquemos y ejerzamos un posparto respetado.
La segunda invitación es a reconocer la importancia de los cierres de ciclo en nuestra vida…el embarazo terminó y debemos cerrar su ciclo…biológicamente nuestro cuerpo se toma las 6 semanas del posparto para cerrar este ciclo…es a partir de esas 6 semanas que podemos fajarnos, retomar nuestra actividad física habitual, fortalecer nuestro piso pélvico, pensar en la necesidad de anticoncepción, talvez retomar nuestra vida sexual si nos place. Y así mismo cerrar el ciclo de nuestras emociones de embarazadas…tener la posibilidad de realizar rituales posparto donde nos honren por nuestra maternidad, donde se celebre el milagro de haber gestado y traído una vida a nuestras vidas. Donde tengamos la oportunidad de decirle a nuestras células y a nuestra alma que el embarazo terminó y que nuestra maternidad comienza…donde tengamos la oportunidad de hablar sobre como vivimos nuestro nacimiento y que queremos guardar como recuerdo preciado y que queremos dejar ir.
El día de hoy es un llamado a NO ignorarnos…porque les aseguro la maternidad no se trata de eso…la maternidad muy por el contrario es fortalecernos como mujeres valiosas para que nuestros hijos tengan el mejor ejemplo.
María Carmenza Cuenca Arias
Pediatra-Neonatóloga y Doula
Familia SER
dramcuenca@gmail.com