El ex ministro de Hacienda de Colombia, Mauricio Cárdenas Santamaría en diálogo con LA NACIÓN hizo un análisis de la situación económica de Colombia y entregó el modelo de Gobierno que, según él, necesita el país a partir del 2022.
En su visita por Neiva, el exministro de Hacienda y precandidato presidencial Mauricio Cárdenas Santamaría se reunió con estudiantes y líderes del departamento, anunciando que el próximo gobierno debe estar desligado del “populismo”.
En diálogo con LA NACIÓN hizo un análisis de la situación económica de Colombia y advirtió que las próximas, “son las elecciones más importantes que hemos tenido en nuestra historia”, aseguró que no se siente ni de derecha ni de izquierda y que “el país no puede repetir el modelo de Iván Duque, sin experiencia”.
A propósito de su último libro, ¿cómo va el país?
Colombia está avanzando y ha logrado superar muchos problemas, pero en este momento hay crisis que se sobreponen unas a otras: la crisis económica, la social, la de seguridad, la de corrupción… el país está desorientado y en medio de eso es que aparecen los caudillos proponiendo un borrón y cuenta nueva; mi tesis es que eso no le conviene.
Sí le conviene, en cambio, aprender de las lecciones pasadas para construir sobre lo construido y resolver los problemas pendientes.
El país ha hecho muchas cosas buenas y eso es reconocido a nivel internacional.
¿Cómo cuáles?
Logramos encontrar un modelo para construir infraestructura y son las asociaciones público privadas. Eso hay que protegerlo.
Veo con preocupación que sectores populistas, sobre todo de izquierda, dicen “no a los peajes”, pero eso sería echar por la borda un modelo que nos ha permitido construir desde el 2014 hasta hoy 10 puentes nuevos sobre el río Magdalena, cuando el país solamente tenía 11, en siete años hemos casi duplicado la cantidad de lo que habíamos hecho en 200 años.
También se avanza en la primera infancia, en el deporte, la lucha contra la evasión de impuestos, se ingresó a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos – OCDE; hay muchas cosas que nos deben llenar de optimismo para resolver los problemas.
No es momento para irnos por el lado del populismo con el argumento de que todo está perdido y mal hecho.
Ese avance, según usted, ¿puede truncarse si Colombia decide mal?
Sí. Son las elecciones más importantes que hemos tenido en nuestra historia porque, como la situación es tan mala, podemos elegir un gobierno populista de izquierda o de derecha, que se parecen mucho. Los populismos dicen lo que la gente quiere oír, sin pensar si es bueno o malo.
Por ejemplo, emitir más dinero puede generar una sensación de bienestar, pero eso generaría una hiperinflación y sería un problema más.
Entonces, como nos podemos ir por el populismo, en el 2022 puede haber un punto de inflexión en la historia de Colombia.
Señor Mauricio, ¿Cómo ve la situación económica?
En el 2022 el país quedará con un nivel de gasto insostenible. Colombia gastaba toda la década pasada 18,4% del Producto Interno Bruto (PIB), este año será 24,3%, o sea 5,9 puntos porcentuales más que son $60 billones más. Y no tenemos la plata, lo estamos haciendo con deuda.
La economía está recuperándose, pero el próximo Gobierno tiene que llegar a decir “este nivel de gasto no puede continuar”. El Gobierno Duque le está dejando al próximo gobierno la ingrata tarea de la austeridad y ajuste, ese es un problema para el presidente que llegue.
Si quedamos en manos populistas, este dirá “sigamos endeudándonos”, y podremos entrar en una crisis muy profunda.
¿Se necesita una reforma tributaria?
Primero se debe pensar en una política de austeridad de gasto muy severa. El Estado, como queda después de la pandemia, es insostenible, no hay cómo financiarlo y se tiene que recortar.
Y cómo aprecia la primera reforma tributaria de este año…
Eso nos puso de presente que el país es deliberante y que las reformas mal concebidas y mal socializadas generan estallidos. Ya el país aprendió.
Un ministro de Hacienda tiene que estar en contacto con la ciudadanía, sintonizado, no en una torre de marfil ni de espaldas a la opinión pública.
¿Qué otra reforma necesita?
Se debe volver a pensar en la descentralización, ahora estamos como en el siglo XIX: todo hay que buscarlo y resolverlo en Bogotá. Hay que buscar más autonomía y libertad para los gobernadores y acaldes.
En temas políticos, ¿cómo aprecia el panorama electoral?
Está complejo porque las posibilidades de los extremos son mayores que las del centro, en el primero se generan emociones fuertes como el miedo, y al segundo le falta unidad. El centro tiene que unirse.
Mis ideas son de centro y buscan pasar la página alrededor del ‘sí’ y el ‘no’ del plebiscito.
Y creo que el país no puede repetir el modelo de Iván Duque, sin experiencia, porque para gobernar ante esta crisis se necesita cancha, no se puede llegar a improvisar. Se necesita a alguien de centro y que tienda puentes. El próximo gobierno tiene que gastar menos y hacer más.