El papa se despidió ayer de Brasil donde impulsó con vehemencia una Iglesia simple que vaya a las periferias y defienda a los más pobres. En la mañana ofició una gigantesca misa al borde del mar para tres millones de personas, según el Vaticano.
En la misa de clausura de la Jornada Mundial de la Juventud (celebrada en la espectacular playa de Copacabana, el papa Francisco pidió a los jóvenes peregrinos de todo el mundo "salir sin miedo a evangelizar". Más tarde, instó a los obispos latinoamericanos a que "amen la pobreza" y no se comporten como "príncipes".
El papa argentino criticó asimismo la ideologización de la Iglesia y destacó la importancia del trabajo en pastorales y comunidades eclesiales de base, al reunirse con el comité coordinador de la Conferencia Episcopal Latinoamericana.
Nuevos pilares
Durante su viaje, el primer papa latinoamericano resucitó varios pilares de la Teología de la Liberación "como la compasión, la opción por los pobres, las periferias, la ciudadanía participativa", dijo Fernando Altemeyer, téologo de la Universidad Católica de Sao Paulo.
La Teología de la Liberación nació en esta región hace más de cuatro décadas, y fue acusada de marxista por el papa polaco Juan Pablo II por defender la opción preferencial de la Iglesia por los más pobres.
Las presidentas de Brasil y Argentina, Dilma Rousseff y Cristina Kirchner, así como el presidente de Bolivia, Evo Morales, asistieron a la misa. Francisco anunció que la próxima será realizada en Cracovia (Polonia) en 2016, tierra natal de Juan Pablo II que será proclamado santo por el papa este año.
El mensaje
Salir a las periferias, ayudar a los más pobres, buscar la justicia social, comprometerse, "meterse en la vida": este fue el mensaje del papa Francisco en su primer viaje a América Latina, donde cosechó elogios de analistas y de antiguos exponentes de la Teología de la Liberación.
"Fue revolucionario, para lo que estábamos acostumbrados en los últimos 30 años. Pero fue más bien una revolución del gesto, Francisco no quiere cambiar la doctrina", dijo el teólogo Fernando Altemeyer, de la Universidad Católica de Sao Paulo.
"Juan Pablo II apelaba al corazón. Benedicto XVI apelaba al cerebro. Francisco tiene un mensaje visceral, es como un golpe en el estómago", explicó.
"Su mensaje es descentralizar, descentrarse. Salir del centro e ir para las periferias, confortar a las personas, compartir ", añadió.
La Iglesia que propone el papa argentino, es "una que no tiene miedo de abrir la puerta, de salir a las calles, de dialogar, de llegar a la gente", coincidió Faustino Teixeira, profesor de Ciencias de la Religión de la Universidad Católica de Minas Gerais.
Papa del pueblo
Le llaman "el papa del pueblo", y fiel a su apodo, en siete días estrechó a decenas de fieles en cálidos abrazos, besó niños, tomó los mates que le ofrecieron desconocidos mientras desfilaba en papamóvil descubierto, bromeó y se dirigió a los habitantes de una favela de Rio en su lenguaje de todos los días.
Hemos pasado "de una fortaleza a una casa abierta", expresó Boff en su blog. "Son nuevos aires, nueva música, nuevas palabras para viejos problemas que permiten pensar en una nueva primavera de la Iglesia", lejos del invierno eclesial de los últimos dos pontificados caracterizados por el control de las doctrinas, afirmó.
Pastores, no jefes
El papa pidió el domingo a los obispos latinoamericanos "no mandonear" ni comportarse con su rebaño con "psicología de príncipes". "Han de ser pastores, cercanos a la gente, padres y hermanos, con mucha mansedumbre, pacientes y misericordiosos. Hombres que amen la pobreza", sostuvo.
Destacó la importancia del trabajo en pastorales y comunidades eclesiales de base. "La Pastoral es el ejercicio de la maternalidad de la Iglesia. A veces nos olvidamos de eso y la pobre es madrastra", lamentó.
El papa "actualizó la doctrina social de la Iglesia al decir que 'la grandeza de una sociedad es dada por el modo como ésta trata a los más necesitados", afirmó por su lado el fraile domínico brasileño Fray Betto, otro exponente de la TL.
"Francisco no es un pastor que ordena e impone, y sí que abre horizontes e imprime entusiasmo. Hay algo nuevo en la barca de Pedro", celebró.