Javier Cabrera
Siguiendo con el sentido de mis columnas anteriores, quiero hacer especial énfasis en la importancia del PECO, Plan Estratégico de Comunicaciones, al momento de comunicar. Por alguna razón, los gerentes de empresas o los gobernantes, al establecer su comunicación, poca importancia dan a este documento y siempre pretenden hacerlo basados en el sentido común, necesario en muchos aspectos, pero poco estricto cuando se deben establecer presupuestos, planificar, definir estrategias o tácticas y menos aún, medir resultados. Las empresas del sector privado, entienden en mayor forma lo dicho, ya que mes a mes hacen seguimiento para lograr ser rentables y desde esta óptica comprenden la importancia de comunicar, publicitar, promover y cuidar su reputación para permanecer y crecer en el mercado.
No obstante, no faltan algunos que por afán o con la intención de disminuir gastos, deciden basados en su intuición, tomar acciones rápidas, aparentemente sencillas, pero al final muchas veces equivocadas, ya que se apuntan en direcciones dispersas y poco acertadas. No comprenden que ahorrar no significa comunicar mal, se puede ahorrar comunicando bien, ya que a la larga no es un gasto, es una inversión que se debe transformar en utilidad en la medida en que se haga bien. Invierten en mobiliario, fachada, diseño, tecnología y otras más, pero al momento de comunicar recortan, improvisan y actúan sin bases sólidas que le den sentido a lo que comunican.
Igual ocurre con los políticos al momento de gobernar, solo invierten lo necesario y dan importancia al tema, cuando su imagen es negativa. Es más, equivocadamente muchas entidades gubernamentales no cuentan con oficina de comunicaciones en el organigrama, y por ende la comunicación se armoniza de manera espontánea gracias a que cada dependencia contrata a un periodista, publicista o diseñador, y el gobernante intenta organizarlos con un jefe de prensa que jerárquicamente no existe, para que todos intenten promover la buena imagen de la entidad.
Un PECO establece las acciones a seguir, los recursos necesarios dependiendo del tipo de empresa que quiere comunicar, el tiempo basado en una planeación detallada y puntual, así como las estrategias, acciones y tácticas necesarias, para una comunicación asertiva y acertada. Tener un PECO, es el primer paso para avanzar en el camino correcto, requiere una inversión pero a la larga, genera ganancias. Por el contrario comunicar mal, solo por ahorrar genera dolores de cabeza y muchas veces perdidas.