La Nación
COLUMNISTAS

¡El poder de la educación!

La raza humana atraviesa una crisis de valores que desencadena extremas manifestaciones de violencia, pérdida del respeto por la vida y la dignidad humana, falta de sensibilidad y solidaridad social. Tanta intolerancia nos lleva a repensar sobre el proceso de formación al cual están expuestos los niños, jóvenes y universitarios, que requieren que la educación responda al mismo ritmo de las transformaciones sociales y culturales.

Si bien el objetivo del ser humano es la felicidad: -No hay felicidad sin paz-. No hay escenarios de paz en una Nación, si no se respetan los derechos fundamentales de los ciudadanos. Es menester que las personas sean educadas para la paz, bajo el postulado de la convivencia armónica y pacífica, en medio de las diferencias ideológicas, políticas, económicas, religiosas y culturales. De ahí que los colegios y universidades, no deben estar tan solo preocupados por la trasmisión del conocimiento, sino, también fundamentarla en valores universales y principios constitucionales, con el concurso de los estudiantes, los padres de familia, los profesores y los gobernantes. No en vano, Nelson Mandela manifestó que “La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”. Esta frase nos convoca a pensar sobre la importancia de la educación en el proceso de aprendizaje de los seres humanos, en la formación de sus ideas y pensamientos, que como consecuencia se ven reflejados en sus acciones, las cuales impactan la forma de vida cotidiana, y finalmente en la forma de ser del mundo. A usted lector, lo invito para que participemos de la construcción de nuevos ciudadanos y construir un nuevo país, ya que tenemos el poder: La educación.

A propósito, es de resaltar el accionar de la Corporación Universitaria Minuto de Dios y a su Director Regional Orlando Parga Rivas, con ocasión a los cinco años de labores en Neiva y el Huila, quienes han contribuido para que más de 9000 mentes huilenses y Surcolombianas crezcan, se abran a la nueva idea de educarse y no vuelvan a su tamaño original.

Punto y aparte: Enhorabuena excluyeron del proyecto de Acuerdo Municipal que modifica el reglamento del Concejo de Neiva lo correspondiente a la aplicación de la “Moción de Censura”. Éste mecanismo lo concibió la Constitución Política de Colombia y la Ley 5ª de 1992, como un procedimiento por el cual la rama del poder legislativo puede exigir la separación del cargo a funcionarios de la rama del poder ejecutivo, con la posibilidad de destituir de sus cargos a Ministros del Gobierno Nacional, por incumplimiento de sus funciones. Craso error hubiera sido intentar trasplantarse jurídicamente, porque el Concejo de Neiva, no es un colegiado legislativo, es una corporación político-administrativa, y por ende no podría ni reglarse, ni aplicarse a los secretarios de despacho municipal.