La Nación
El polémico fortalecimiento de Familias en Acción 1 19 abril, 2024
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El polémico fortalecimiento de Familias en Acción


En el municipio de Aipe iniciaron ayer las inscripciones de Familias en Acción, tras nueve años sin nuevas convocatorias, lo cual constituye el regreso de uno de los más polémicos programas sociales. Mientras algunos cuestionan el estratégico fortalecimiento del programa, otros indican que es necesario en medio de la pandemia.

 

A 13 meses de las elecciones presidenciales de 2022 y en medio de la pandemia, vuelven las inscripciones del programa Familias en Acción, proceso que espera convocar a 87.027 familias huilenses para que sean beneficiarias en esta nueva fase.

Informó Dora Artunduaga Flórez, directora regional de Prosperidad Social que “el proceso de inscripciones se realizará en dos etapas: la primera inició ayer 19 de abril y finalizará el 31 de octubre de 2021. La segunda será entre julio y diciembre del 2022. Ambas etapas se desarrollarán de manera escalonada”.

Lo cierto, es que, con el inicio de esta convocatoria, que desde el 2012 no se realizaba de manera masiva en todo el país, vuelve a ponerse sobre la mesa el debate frente a la razón social de este programa bandera de los últimos gobiernos, es decir, si es una política de inclusión social o de asistencialismo, máxime cuando el proyecto de reforma tributaria busca recursos, entre otras cosas, para fortalecer y focalizar las ayudas sociales que brinda el Estado, entre estas, los subsidios de Familias en Acción.

Los que están a favor del programa argumentan que no se trata de una iniciativa asistencialista, ya que los subsidios están condicionados a cumplir una serie de requisitos como la asistencia de los niños al colegio y que cumplan con los controles de salud. Además, hay sanciones, pues si las familias incumplen con los compromisos en tres ocasiones al año pierden los subsidios.

Sin embargo, los contradictores señalan que dar este dinero convierte a las familias en dependientes, en lugar de lograr mejorar su productividad a largo plazo.

Para el economista Germán Palomo García esta nueva fase del programa Familias en Acción hace parte “del juego” que inició el Gobierno por la presentación del proyecto de reforma tributaria, llamada Solidaridad Sostenible. “Justamente quieren darle ese matiz, de ser un instrumento de mejoramiento de las condiciones sociales de la población, entonces se está echando mano de todos estos mecanismos y mostrando que se amplía un beneficio, en el caso de Familias en Acción estamos hablando de un programa que hace años no se extendía”.

Expresó además que “lo anterior tiene dos propósitos, justificar la reforma tributaria en el sentido de que necesita dinero y justificar la denominación de la misma como un instrumento de solidaridad social”.

Por su parte, el senador Rodrigo Lara Restrepo, afirmó que las inscripciones masivas a este programa social, que desde 2012 no se daban, es una acción “un tanto clientelista” cuando se acercan las elecciones presidenciales. “Al Gobierno Nacional no se le han visto políticas sociales importantes, el año pasado cuando las personas esperaban ayudas, tanto los hogares como las empresas, no las encontraron. Ahora en campaña electoral están repartiendo subsidios mensuales equivalentes en su monto a lo que cuesta comprar un voto por parte de políticos corruptos, son pequeños subsidios. Esto es una estrategia electoral más…”, indicó.

“Subsidios son necesarios”

En contraste el economista y estadista Juan Felipe Vargas Calderón expresó que esta nueva fase del programa Familias en Acción que busca inscribir a más de 87 mil familias en el Huila y cerca de 2 millones de hogares en Colombia, responde a una actualización de la base de datos del programa, a raíz de los cambios en el Sisbén.

Al tiempo aseguró que “la Gran Encuesta Integrada de Hogares del Dane realizada en 2017 reveló, que de los hogares que recibían el subsidio, el 52% eran pobres pero el 48% restante no, este es un dato escandaloso. Por esto, las políticas subsidiarias hay que replantearlas, más exactamente los mecanismos que sirven para seleccionar a las personas”.

Vargas Calderón agregó que evidentemente estos programas crean un asistencialismo, “pero este es un factor que hay que entenderlo de una manera completa. Si se analiza el impacto de este programa en términos de reducción de la pobreza, tal vez no exista, pero no es porque en sí el subsidio sea perverso, sino porque el monto es muy bajo. Entonces, los subsidios deben existir, pero más allá de las ayudas, se deben crear unas garantías de empleo, aumentar el salario, poner a funcionar la salud y mejorar la calidad de la educación”.

En la misma línea opinó el economista Óscar Rujana, al indicar que “este tipo de programas son muy importantes porque el Estado tiene un compromiso social, por lo cual debe asumir las desigualdades sociales que persisten”.

“El Estado se encarga de mejorar las condiciones, pero la cultura de las personas frente a estos programas no siempre es la mejor. Muchas veces algunas familias de estratos vulnerables compran cosas innecesarias, no destinan los subsidios para el fin establecido. Pese a ello, esta clase de programas tienden a solucionar la pobreza, pero igual no son suficientes”, agregó.

Inició piloto de inscripciones

La directora regional de Prosperidad Social, Dora Artunduaga Flórez, informó que, en Aipe inició el piloto de inscripciones para Familias en Acción con el que la entidad espera que 87.027 familias del Huila se inscriban en esta nueva fase del programa.

Aclaró que la convocatoria será manejada por cada municipio, que definirá los mecanismos para localizar y agendar a las familias. En los puntos de atención de Familias en Acción informarán la fecha, hora y lugar para realizar la inscripción al programa, la cual en este piloto aplica para los 37 municipios del Huila, solo en Neiva habrá 17.213 nuevas familias beneficiarias.
La directora general de Prosperidad Social, Susana Correa Borrero, por su parte destacó que desde 2012 no se realizaba un proceso de inscripciones de manera masiva en todo el país.

Requisitos:

Para que una familia sea convocada al proceso de inscripciones debe cumplir con estos tres criterios:
– Que la familia hubiese sido encuestada con la metodología de Sisbén IV.
– Que el hogar se encuentre clasificado en los subgrupos A1, A2, A3, A4, A5, B1, B2, B3 o B4 del Sisbén IV.
– Que el hogar tenga registrado en su ficha Sisbén niños, niñas y adolescentes menores de 18 años.

Quienes sean convocados deben presentar los siguientes documentos:
– Original y fotocopia de la cédula de ciudadanía (o de extranjería, según el caso) de quien vaya a ser el titular de la familia ante el programa (se prioriza que sean las madres). Si quien se presente como titular es menor de edad, debe presentar el original y fotocopia de la tarjeta de identidad. En ambos casos se aceptan contraseñas.

– Original y fotocopia de los registros civiles de todos los Niños, Niñas o Adolescentes (NNA) a inscribir. Si los NNA tienen más de 7 años, también deben presentar el original y fotocopia de la tarjeta de identidad. Solo podrán ser inscritos los NNA que aparezcan en la ficha Sisbén.

Adicionalmente durante el proceso, deben indicar:
– Nombre de la sede educativa en donde estudian los NNA que va a inscribir.
– Nombre de la IPS que atiende a todos los integrantes de la familia. Para ambos casos puede presentar cualquier documento en donde se encuentre la información. No es obligatorio tener certificados.