La ministra de Vivienda, Catalina Velasco, habla con LA NACIÓN y presenta la visión del gobierno de Gustavo Petro en materia de vivienda. Defiende los cambios a ‘Mi casa ya’ y dice que la gran debilidad de este programa era el desequilibrio territorial. Anuncia 100.000 mejoramientos de vivienda por año.
Jesús Antonio Rojas Serrano
“Yo quiero, primero, contarles a los amigos del Huila que el programa ‘Mi casa ya’ ni siquiera llegó a ese departamento”. Así responde la ministra de Vivienda, Catalina Velasco, cuando se le pregunta por el programa ‘Mi casa ya’, cuyos cambios ha cuestionado duramente el exvicepresidente de la República Germán Vargas Lleras.
Sobre este y otros temas, habla con LA NACIÓN la ministra Velasco.
¿Qué dejó su reciente visita al Huila?
Nos fue muy bien. Jesús Antonio, yo estuve el fin de semana pasado en una visita rápida. La primera sesión fue en la Alcaldía del municipio de Pitalito. Allí tuve una reunión con varios alcaldes; estuvieron los alcaldes de Pitalito –que era el anfitrión—, de Palestina, Oporapa, Acevedo, Isnos, San Agustín, Timaná y Elías. Conversamos sobre los proyectos de vivienda y de agua. Luego, tuvimos una reunión con comunidades de la comuna Uno porque allí se hizo un colector de aguas lluvias con recursos del Ministerio de Vivienda; en esta zona cada vez que llovía las inundaciones eran severas en las vivienda y en el espacio público y nos dijeron los habitantes que en los aguaceros de los últimos días funcionó perfectamente; estamos muy contentos de haber hecho esa inversión en Pitalito.
¿En dónde más estuvo?
Fuimos al municipio de Garzón. Allí con el alcalde entregamos en la vereda El Batán vivienda rural. Posteriormente, estuvimos en el municipio de Gigante, en la vereda La Vega, entregando vivienda rural. Fue una jornada maravillosa porque uno siente la alegría, ve a las familias acompañando a los beneficiarios; son fotos, risas y diversión. La jornada la terminamos en la Gobernación del Huila, conversando con el señor Gobernador y su equipo de trabajo sobre temas de vivienda y agua. Fue una jornada maratónica, pero salimos felices.
Señora ministra, ¿qué impresión se llevó el Huila de cara a proyectos de vivienda e infraestructura futuros?
A mí me gusta mucho el Huila; es la segunda vez que voy este año. La vez pasada estuve en el municipio de Acevedo; me invitaron a entregar viviendas nuevas, muy bonitas y bien hechas. El Huila es un departamento eminentemente rural y agroindustrial y este es el centro del desarrollo para el presidente Gustavo Petro. Para nosotros en el gobierno, es importante el sector rural y el agro. Entonces, vemos con muy buenos ojos la posibilidad de hacer proyectos conjuntamente. Con el Gobernador y los alcaldes, conversaba que podemos impulsar proyectos de mejoramiento de vivienda, que es uno de los programas bandera del presidente Petro. La idea es que podamos trabajar con organizaciones comunitarias y con juntas de acción comunal. El propósito es trabajar en estos municipios conjuntamente.
¿Cuál es el panorama de la vivienda hoy en el país?
Hay avances importantes en las últimas tres décadas, especialmente, en el mejoramiento del déficit cuantitativo, es decir, viviendas nuevas. Jesús Antonio, sin embargo, hoy en día tenemos un déficit de 1,2 millones de familias que necesitan vivienda nueva. Pero, en donde vemos más preocupación es en el déficit cualitativo, es decir, viviendas con condiciones físicas precarias. Por ejemplo, viviendas con pisos de tierra, sin baterías sanitarias, sin conexiones a acueductos y alcantarillados, con paredes y techos de materiales que no son los adecuados. Estamos hablando de 4,5 millones de familias que están en esas condiciones, especialmente, en el sector rural. Entonces, eso coincide con la realidad rural y agrícola del departamento del Huila. Ahí es en donde estamos poniendo los ojos.
Concretamente, ¿cómo van a materializar todo esos planes en regiones como el Huila?
En el gobierno pasado se hacían 4.500 mejoramientos de vivienda al año y nosotros estamos considerando hacer, a través del programa ‘Cambia mi casa’, 100.000 mejoramientos de vivienda al año, es decir, 400.000 en total durante todo el cuatrienio. Es una cifra inmensa porque es multiplicar el alcance del gobierno nacional por casi 22 o 23 veces. Queremos que el énfasis esté en municipios de categorías 4, 5 y 6. En este aspecto, el departamento del Huila, que tiene municipios pequeños, encaja perfectamente en los propósitos del gobierno nacional; de esto estuvimos hablando con los alcaldes y con el señor Gobernador. Esperamos muy pronto empezar a contarles buenas noticias sobre los resultados.
¿Qué va a pasar en este gobierno con el programa ‘Mi casa ya’? ¿Es cierto que lo acabaron, como lo está diciendo el exvicepresidente Germán Vargas Lleras?
Yo quiero, primero, contarles a los amigos del Huila que el programa ‘Mi casa ya’ ni siquiera llegó a ese departamento. Desde el 2015 hasta el 2022 se entregaron 235.000 subsidios y, solamente, 4.239 fueron entregados en el departamento del Huila. Esto representa el 1,8%. Realmente, es muy precaria la distribución regional. Conectando con eso, menciono que en tres departamentos, Valle del Cauca, Atlántico y Cundinamarca, y en la ciudad de Bogotá, se entregó el 53,43% de los subsidios de 8 años. Esto muestra una de las debilidades que nosotros hemos señalado en el programa y es el desequilibrio territorial, es decir, una enorme concentración en tres regiones del país. Así como el Huila, la mayoría de departamentos están sin participación.
Señora ministra, pero, ¿Les gusta o no el programa ‘Mi casa ya’?
Yo tengo que decir que el programa ‘Mi casa ya’ nos encanta, pero encontramos esa debilidad. También encontramos que de los 235.000 subsidios, cinco empresas constructoras, las más grandes, recibieron el 31,4% de los subsidios, cuando en realidad hay más de 1.500 empresas constructoras en el país. Entonces, esa concentración también tiene un impacto; yo conozco empresas constructoras del Huila de muy buena reputación que no han recibido los beneficios de ‘Mi casa ya’. Finalmente, consideramos que las familias más pobres no tenían acceso al programa; gente con ingresos entre 0 y 2 salarios mínimos legales vigentes, especialmente con ingresos de origen informal, no recibían proporcionalmente dada la necesidad y su condición de vulnerabilidad, los subsidios de ‘Mi casa ya’. Jesús Antonio, para concluir y responder a tu pregunta: nos gusta ‘Mi casa ya’, es un programa importante, pero debe ajustarse, hacer una mejor distribución regional, promover que llegue a empresas pequeñas y medianas y llegar a las familias más pobres y del sector rural.
¿En qué consiste el cambio que le hicieron a ‘Mi casa ya’?
Jesús Antonio, el cambio fundamental es que la asignación se hace bajo un esquema de puntaje, con criterios como la encuesta Sisben de las familias, que nos permite identificar cuál es la verdadera condición socio-económica y su modo de vida, y que adicionalmente, ofrece unos puntos a las familias víctimas y con enfoque diferencial. Por el lado de la oferta, el propósito es promover la construcción en ciudades pequeñas e intermedias. En el caso de Neiva, ahí está ese favorecimiento, es decir, en favorecer la construcción de vivienda rural y la construcción de vivienda de interés prioritario que tiene un valor inferior y por lo tanto, las familias con menores ingresos tienen más posibilidades de acceder a ella.
¿Qué le responde al exvicepresidente Vargas Lleras de que el gobierno de Petro quiere acabar con la vivienda?
Comparto una idea que él le plantea a la opinión pública y es que los recursos que se invierten en el sector de la vivienda, a través del programa ‘Mi casa ya’, tienen una enorme rentabilidad social y económica. Le llega a las familias, le llega a los constructores. A través de los constructores, se genera empleo y se genera una dinámica anti-cíclica en el sector productivo. Coincidimos en que más plata para la vivienda siempre es bienvenida.
Señora ministra, ¿cómo motivar la compra de vivienda cuando hay altas tasas de interés y preocupación por los nubarrones en la economía?
Esa es la pregunta que nos hacemos permanentemente. Yo creo que hay dos cuellos de botella en el sector de la vivienda. El primero: la disponibilidad de crédito para las familias, especialmente, las que tienen ingresos de origen informal, las que tienen ingresos inferiores a dos salarios mínimos legales vigentes; es difícil que estas familias reciban créditos. Por eso, hemos estado trabajando con Asobancaria, con el sector financiero y el Ministerio de Hacienda para que el Estado garantice los créditos de estas familias, a través del Fondo Nacional de Garantías. Esa es una medida para que fluya mejor el crédito hacia las familias de menores ingresos. Y desde otra perspectiva, creo que hay que empezar a discutir sobre la disponibilidad de suelo porque el suelo escaso incrementa el valor de las viviendas. Es importante comenzar a dar ya una discusión sobre los instrumentos de gestión de suelos y las normas de gestión urbanística, que son demasiado engorrosas e imposibles de cumplir. Esto hace que no haya suelo y que el suelo sea muy costoso y eso tiene un impacto sobre la vivienda.
¿Qué mensaje le envía a gremios como Camacol que están con una preocupación que raya con el pesimismo?
Hay unas variables macroeconómicas que no dependen del gobierno. Uno ve la tasa de inflación, la tasa de cambio y la tasa de interés, que afectan toda la economía, no solamente la compra de vivienda o la intención de compra de vivienda. Pero, ya hay unas señales de recuperación. Para el segundo semestre de este año, se proyectan ya indicadores de inflación mucho más favorables. Lo mejor, sin embargo, fue lo que sucedió hace unos días cuando la banca resolvió disminuir las tasas de interés; primero, en las tarjetas de crédito y ahora en vivienda de interés social. Esas son buenísimas noticias. Es una señal de confianza, eso eleva las expectativas económicas en toda la sociedad. A las familias las invito a buscar cómo hacen concurrencias con sus cajas de compensación familiar, con los entes territoriales, cómo hacen su ahorro, cómo buscan su crédito. Quienes están listos para un subsidio de ‘Mi casa ya’, inmediatamente, deben hacer su encuesta Sisben si todavía no la tienen.
¿Cómo quedó la vivienda en el Plan Nacional de Desarrollo?
Es prioritaria, por supuesto. No solamente por su impacto económico sino por su impacto social. Hemos planteado artículos para el Congreso que nos permitan avanzar rápidamente y llegar a sectores a los que no hemos llegado como la vivienda rural y la vivienda diferencial. Hay propuestas muy ambiciosas y esperamos que el Congreso de la República nos acompañe en ello.