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El pueblo es un soberano… – Alexander Molina Guzmán

Pero un soberano pepino. A propósito del litigio que perdió Colombia con Nicaragua, ante la Corte de la Haya, la “alta clase dirigente” Pero un soberano pepino. A propósito del litigio que perdió Colombia con Nicaragua, ante la Corte de la Haya, la “alta clase dirigente” de este país, que lidera el Presidente de la República, ha querido enardecer en el pueblito dizque su soberanía. Me pregunto, bueno ¿y es que en verdad el pueblo es soberano? Porque se supone que el soberano tiene la autoridad en un territorio y, si no estoy mal, al pueblo nunca le consultaron si estaba o no de acuerdo en que el Estado colombiano asistiera a la Corte de la Haya para dirimir un conflicto con Nicaragua, por el caso ya de marras conocido. ¿O sí? No, para nada. Esa decisión la tomaron otros: Esa “alta clase dirigente” que hoy, hipócritamente, se rasga las vestiduras y le dice al pueblo colombiano que ¡han mancillado su soberanía! Por favor, la supuesta soberanía que tiene el pueblo colombiano no la mancilló ni Nicaragua, ni la Corte de la Haya; la ha mancillado, históricamente, esa “alta clase dirigente” que, ante decisiones realmente trascendentales, han tratado al pueblo como un pepino y no le consultan nada. ¿O quién permitió la separación de Panamá?; sólo por tomar un “pequeño” ejemplo. Y el cuento no para aquí. Al territorio colombiano lo han seguido feriando, como les da la gana a esa “alta clase dirigente”, sin consultar al pueblo; menos que chiste, porque cuando ha querido chistar le van dando bolillo. ¿Acaso ya pasó al olvido, queridos huilenses, que el mismísimo Álvaro Uribe Vélez fue el que, ejerciendo como presidente, le trajo la licencia ambiental a la multinacional Emgesa para la construcción de la Hidroeléctrica de El Quimbo? Sí, fue él. Uno de los que tiene la culpa de haber continuado con el litigio que perdimos con Nicaragua y que, con el lema de la “confianza inversionista”, ferió el territorio colombiano como quiso incluyendo, por supuesto, el río magdalena, en donde la multinacional Emgesa ya ejerce ¡soberanía! Y como muestra de cómo han entregado el territorio, dos botones: En los últimos diez años en Colombia se han entregado 2,5 millones de hectáreas en baldíos, pero una tercera parte de esos predios, que debieron haberse entregado a la gente pobre del campo, fue a parar de manera tramposa a empresarios, políticos y otros avivados (http://www.semana.com/nacion/fraude-agrario-historico-tierrero/188255-3.aspx). La explotación del oro y el carbón en los departamentos de Antioquia, Chocó, la Guajira y Cesar siguen dejando enormes ganancias a las grandes compañías, y dejando homicidios, pobreza y miseria al pueblo (http://www.elespectador.com/noticias/nacional/articulo-385112-muchas-minas-poco-desarrollo). Por eso me sostengo en lo dicho: El pueblo es un soberano pepino para esa “alta clase dirigente”.