Debe recibirse con preocupación cómo la pandemia ha vuelto a recrudecerse en el territorio colombiano. Las cifras divulgadas ayer por el Ministerio de Salud evidencian que el coronavirus continúa representando una amenaza para la vida y salud de los ciudadanos: se reportaron en el país 34.923 casos nuevos, la cifra más alta de contagios hasta el momento. Esto, luego de que se procesaran 104.690 pruebas (49.186 de PCR y 55.504 de antígenos).
El reporte de las autoridades de salud también señala 106 fallecimientos por coronavirus. Desde el 20 de agosto del año pasado, no se registraban más de 100 muertes cuando se reportaron 122. Así, el país llegó a 5.475.904 casos de covid confirmados. El número total de muertes asciende a 130.731.
Claramente, este incremento en el número de contagios y de fallecimientos está asociado a la circulación de la variante ómicron, que es altamente contagiosa.
¿Quién iba a pensar que casi dos años después la pandemia iba a cobrar la vida de más de 130 mil colombianos? Estamos hablando de abuelos, hombres, mujeres, jóvenes y niños que como consecuencia del virus, han partido a la eternidad, dejando un vacío en sus seres queridos.
Si bien el país ha avanzado en la vacunación masiva contra el coronavirus con los biológicos de los diferentes laboratorios, aún hay muchos colombianos que no se han aplicado la primera dosis de la vacuna y otro buen número que no ha acudido a aplicarse la segunda dosis o la dosis de refuerzo.
Es imperioso que los huilenses y colombianos en general se vacunen. Está más que comprobado que las vacunas atenúan los síntomas y reducen el riesgo de muerte.
Las autoridades están llamadas a reforzar por todos los medios que sean necesarios las campañas para promover la inmunización.