Aunque muchas personas aseguraban que debido a su grave enfermedad no volvería a la radio, Faiber Tamayo luchó para sobrevivir y mostrarle al mundo que los milagros sí existen. El reconocido hombre de la radio le contó a LA NACIÓN todo el proceso de su enfermedad y recuperación. Aunque muchas personas aseguraban que debido a su grave enfermedad no volvería a la radio, Faiber Tamayo luchó para sobrevivir y mostrarle al mundo que los milagros sí existen. El reconocido hombre de la radio le contó a LA NACIÓN todo el proceso de su enfermedad y recuperación. VIVIANA VARGAS LA NACIÓN, NEIVA Contra todo pronóstico y como él lo considera con la ayuda de Dios, su familia, amigos y colegas, Faiber Tamayo, el reconocido hombre de la radio luchó contra su enfermedad que lo tuvo fuera del aire durante dos años. Ahora y después de la tormenta se encuentra en recuperación, haciendo lo que más le apasiona, la radio. “Darle las gracias a Dios y a las personas que me acompañaron en un proceso tan difícil como el que viví. Ahora en la época del resurgimiento, me han expresado el cariño y el apoyo. Soy un hombre de radio, me apasiona hacer lo que me gusta”, aseguró. Faiber Tamayo hace parte del equipo de djs de la emisora Olímpica, sus colegas y oyentes lo recibieron con los brazos abiertos, “En Olímpica me siento feliz, los oyentes me expresaron su solidaridad y felicidad por el regreso. Dios hace milagros y yo hago parte de esos”, dijo. El antes Faiber inició desde muy joven en la radio huilense, rápidamente fue admirado por su talento a la hora de animar los programas musicales, pero algo de su salud empezó a preocuparlo. “Venía con un problema de gastritis, nunca le presté atención, se me fueron afectando las cuerdas vocales, después empecé a devolver comida. Recuerdo que estaba en Cristalina Estéreo y ‘al aire’ se me iba a la voz, para mí eso fue durísimo, es algo muy frustrante”, expresó. Faiber aceptó ser operado de sus cuerdas vocales, duró tres meses sin voz, con las terapias correspondientes lentamente se fue recuperando. “Después de la cirugía me dicen que ese no era el problema, sino en el estómago. Me operan de una hernia, pero no me hacen los estudios necesarios; aunque la cirugía fue todo un éxito, desde ahí empezó mi calvario”, aseguró. La enfermedad “Sentía muchos dolores, una diarrea imparable, se me había cerrado la boca del estómago. Empecé un proceso bastante complejo, me mantenían con morfina, pero eso no me paraban los dolores, prácticamente estaba dopado”. En la clínica Marly en Bogotá le suspendieron los medicamentos y comenzaron a aislarlo, preparando a su familia para la peor de las noticias. “El médico me dijo que tenía una enfermedad terminal y que el proceso era de alto costo, un trasplante de hígado está entre 300 millones de pesos, además de los medicamentos de por vida alrededor de 10 millones de pesos mensualmente, costos que la EPS no quería asumir. Fue un proceso duro y triste de recordar”, expresó. Del hombre alegre y radiante ya quedaba poco, sus amigos y familiares en Neiva iniciaron cadenas de oración por su salud. “Llega un momento que por más que se tenga una autoestima fuerte, sentí que perdí la fe, comencé a desear la muerte, ya no quería nada, espiritualmente me quebranté”, de igual forma recordó, “me sentía como un cadáver, conectado por todas partes, antes de enfermarme pesaba 94 kilos y salgo pesando 56 kilos, perdí casi 40 kilos en menos de un mes y medio. Todo el sistema digestivo estaba deteriorado”. Campaña de solidaridad Mientras Faiber era atendido por diferentes médicos especialistas, sus colegas en Neiva realizaron una emotiva campaña de solidaridad para ayudarlo. “Sí me contaron todo lo que hicieron mis colegas, pero la verdad no alcanzaba a dimensionar la magnitud de la jornada, el aprecio de todos los colegas, medios de comunicación y de tanta gente”. En la jornada denominada ‘Radiotón’, liderada por el Sistema Inrai y apoyada por los colegas regionales, logró recaudar dinero para el proceso de recuperación de Faiber. ‘La resurrección’ Cada vez se conocían menos noticias de Faiber Tamayo, sus colegas y amigos no se reponían de pensar que aquel hombre de radio estaba postrado en una cama sin ninguna esperanza. Pero pudo más su anhelo de vivir y las buenas energías de todos sus seres queridos. “Quiero agradecer la preocupación de los médicos del hospital de Neiva, también de los especialistas de Medellín, Popayán, Cali y Santa Marta. De tantos medicamentos no sé qué me fue aliviando, al final terminé en un tratamiento en los Estados Unidos, yo iba para Cuba y por circunstancias de la vida terminé en Houston. Allí duré cuatro meses y medio, en donde comenzaron de cero, para revisar dónde estaba el problema”. Sin tener claro la diagnosis de su enfermedad, sólo se aferró a Dios. “La ciencia médica se preguntaba cuál era el motivo, y no llegaban a un acuerdo de qué era lo que me estaba pasando. Me hacían exámenes y tenía varios diagnósticos de posibles enfermedades a la vez”. “Sentí que iba mejorando. Hubo lapsos en el tiempo, momentos que no recuerdo qué pasó. Al final me diagnosticaron un parásito asesino, por las malas higienes de alimentación, la raíz de todo fue una bacteria adquirida según los médicos expertos en Estados Unidos”, aseguró. “Ver el sufrimiento de mi familia es algo muy difícil, después de desear la muerte, me doy cuenta que la vida es muy linda. Comienzo a sentir a Dios, algo en mi interior, una fuerza inexplicable comenzó a despertarme”, argumentó. Compromiso con la vida Para Faiber Tamayo lo que le pasó le deja un compromiso grande con Dios y con sus semejantes, ayudar a las personas que lo necesitan, que atraviesan por un difícil momento. “Me siento tranquilo y feliz, comenzando de nuevo. Tengo una deuda de gratitud enorme, quiero dedicarme al servicio de la comunidad, hay mucha gente que necesita una palabra de ánimo y ayuda”, indicó 
Faiber Tamayo regresó a la radio luego de padecer una delicada enfermedad. 
El equipo de la emisora Olímpica Estéreo ha sido su apoyo incondicional. 
En la enfermedad fue aislado. Faiber creía que iba a morir. 
Faiber Tamayo en los comienzos de la radio. 
Como una extraordinaria persona lo califican sus colegas de la radio. 
Tamayo es reconocido por su alegría a la hora de esta ‘al aire’. Fotos: Óscar Ricardo Roldán Hernández
