El reservorio ‘Poco a poco’, con una capacidad de almacenamiento de 250.000 metros cúbicos de agua, fue inaugurado el pasado 24 de mayo por el alcalde de Neiva Pedro Hernán Suárez. Su costo total fue de 34.500 millones de pesos y su proceso de construcción se demoró seis años, en los cuales se registraron múltiples suspensiones y cuestionamientos.
La actual administración de la ciudad aportó 3.500 millones de pesos para su definitiva culminación, convirtiéndose así en una de las obras conmemorativas de los 401 años de Neiva. Aurelio Navarro aseguró que el reservorio estaba funcionando con normalidad, pero que lamentablemente se presentó una dificultad en una válvula mariposa de descarga, utilizada para el proceso de lavado.
“Esta válvula fue instalada en el primer proceso de construcción cuando la obra estuvo prácticamente abandonada durante cinco años. No se le dio mantenimiento oportuno a la válvula y sufrió una avería normal. Esta dificultad la detectó un operario del reservorio hace cerca de 15 días. El funcionario informó a las EPN y un equipo técnico se desplazó hasta el lugar para analizar la situación”, manifestó el directivo.
“Esta válvula tiene una altura específica y la lámina de lavado estaba por encima. Se hizo necesario desocupar el reservorio para cambiar la válvula, pero antes se hicieron unas pruebas hidráulicas para no tener inconvenientes a futuro. El proceso de vaciado se realizó de manera lenta durante cinco días para evitar inconvenientes y en estos momentos se está haciendo ese cambio”, aseguró el Gerente de EPN.
La válvula que se averió es de 18 pulgadas y tiene unas especificaciones técnicas muy puntuales. El cambio y montaje de este obturador se demoraría cerca de 15 días y estiman los técnicos que el proceso de llenado se iniciaría en aproximadamente 20 días, el cual se tendría que hacer lentamente para ir monitoreando el funcionamiento de la válvula.
Almacenamiento
Navarro reiteró que esta obra fue construida para atender las emergencias que se presentan en Neiva en épocas de invierno, especialmente cuando las avalanchas del río Las Ceibas arrastran sedimentos de tierra, que de ingresar al sistema de acueducto de la ciudad, podría tapar los medidores. En esos momentos se cierran las compuertas y entra a operar el reservorio como tal.
“Esto funciona igual que el tanque de almacenamiento de cualquier vivienda de la ciudad, en donde se almacena el líquido para las épocas de cortes técnicos o fallas en el sistema de suministro. El tanque de almacenamiento de Neiva es el reservorio. En estos momentos que estamos en época de verano no tenemos problemas de suministro porque no hay turbidez, producto de las crecientes en invierno. Este ajuste que se está haciendo no va a causar ningún traumatismo en la prestación del servicio de agua en Neiva”, dijo Navarro.
