La Nación
“El sacrificio del cerdo era infaltable” 1 25 abril, 2024
HUILA

“El sacrificio del cerdo era infaltable”

En el marco de la fiesta de San Juan, el historiador Bernardo Tovar Zambrano narra detalles de cuáles eran los rituales que se realizaban para celebrar este día. El sacrificio del cerdo, la ida al río y las corridas de toros, eran infaltables.

 

Carolina Argüello Cruz

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El historiador, magíster en Ciencia Política y miembro de la Academia Huilense de Historia, Bernardo Tovar Zambrano, rememora lo que significaba la celebración del día de San Juan, enumera los rituales que giraban en torno a esta celebración y de cómo fue perdiendo fuerza.

Según él, todo comienza con la época de la ocupación española en el territorio con los conquistadores, allí la celebración de San Juan Bautista, era más popular, más extendida y de mayor realce que se convirtió en una fiesta.

“En Neiva era común la celebración que duraba cerca de una semana hasta unirse con la fiesta de San pedro, era un tiempo de festividad que tenía un importante componente religioso”.

En esos tiempos la gente madrugaba, veía la salida del sol, en España se hacía porque existía la creencia de que el sol bailaba al salir. Era un culto al sol, al amanecer, al rocío de la mañana, algunos acostumbraban el baño matutino considerando que en la noche de San Juan todas las aguas del mundo eran sagradas y por tanto, tenían una serie de virtudes terapéuticas y profilácticas.

Eran costumbres de origen religioso, por lo que la misa en la mañana era casi obligatoria y después seguía la diversión colectiva.

“La gente acostumbraba en la época de la colonia, del siglo XIX y aún en el siglo XX a hacer los paseos en los ríos, donde a la orilla se hacía la comida, se cantaba, se bailaba y se bebía. En Neiva, en la Plaza de San Pedro, se realizaban corridas de toros y otras diversiones como la despescuezada del gallo. Esas eran costumbres infaltables, así como la carrera de caballos. Este, era un día ecuestre”

En San Juan y San Pedro era infaltable el sacrificio del cerdo. De acuerdo con Tovar Zambrano, desde comienzo de año se seleccionaba uno y en las casas antiguas había un solar y ahí una especie de cochera para él. Muchas familias lo compraban, lo alimentaban, lo acariciaban, lo convertían en un miembro de la familia, incluso le colocaban nombre y todos veían como crecía y engordaba para rendir su carne y su sangre.

“Por la noche, había además del asado huilense y de los platos típicos bailes, vacas locas, la quema del taita puro, castillos y en algunas partes, hogueras. La noche de San Juan era una noche para el enamoramiento, el amor, el sexo y la comunicación de unos con otros en todos los sentidos”.

La música especifica era el bambuco; el baile y la bebida estaba relacionado con el aguardiente. El historiador considera que con esas mismas características se siguieron celebrando hasta el año 1.960 cuando se crea el Festival Folclórico y el Reinado Nacional del Bambuco.

“En esta historia hay que tener en cuenta lo que sucede a mediados del siglo XIX. En el periodo de las Reformas Liberales que tienen que ver con la separación de la iglesia, el Estado y la libertad de cultos. La iglesia busca, ahora, un fortalecimiento de la institución religiosa y pasa a buscar en su discurso y su actuación con las palabras de Cristo cuando se refería al apóstol Pedro diciendo que ‘sobre esta piedra edificaré mi iglesia’. Hace la invocación a la imagen de San pedro y eso tiene como consecuencia una elevación de él. Esto provocó que se acentuara la fiesta de San Pedro y se minimizara un poco la de San Juan”.

Todo esto ha sido plasmado por Bernardo Tovar Zambrano en su ensayo sobre las fiestas de San Juan y San Pedro concretamente del Festival Folclórico y Reinado Nacional del Bambuco que aparece en el libro ‘Pensar la región’.

“Situándome en la creación del Festival, hay cambios. Por ejemplo, la gente antiguamente, se divertía con actividades como el sacrificio de animales, pero eso correspondía al deseo y gusto de las antiguas generaciones. Si lo miramos profundamente tienen antecedentes remotos el sacrificio de seres humanos, ahí hay un proceso civilizatorio porque se pasó al sacrifico de figuras hechas de cartón, papel o madera”.

Finalmente, dice el historiador que pasamos de tener una celebración religiosa a tener una celebración pagana porque la fiesta moderna que aparece sustituyendo los rituales y ceremonias de las tradicionales fiestas de San Juan y San Pedro implica otra intención de una nueva tradición.

“Tenemos la vieja tradición que se celebraba como lo he mencionado, pero a partir de 1.960 se pone en escena la intención de una nueva tradición que comienza con la creación del Sanjuanero Huilense que se le agrega la configuración de los 8 pasos”.

Bajo el concepto de folclor se articulan también las nuevas tradiciones que incluyen desfiles con derroche de figuras, personajes, ceremoniales y un espectáculo para la mirada y a un lado quedan las misas.

“Ha habido un desarrollo y una evolución que implica que durante unos periodos la vigencia de las tradiciones se va extinguiendo y llega el surgimiento de otras”.