La Nación
El temor a las reformas del neoliberalismo 1 28 marzo, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

El temor a las reformas del neoliberalismo

El neoliberalismo como modelo económico fue impuesto en Colombia durante el gobierno de Cesar Gaviria, una vez aprobada la reforma constitucional de 1991. En medio de la euforia que generó la nueva constitución política que terminó con el bipartidismo liberal conservador y trajo la esperanza de la paz con las organizaciones insurgentes (M-19, FARC, ELN, ADO, EPL, QUINTIN LAME, etc.), se entronizaron las leyes que le dieron un libre juego a las leyes del mercado tanto en producción como en distribución de cualquier tipo de bienes y servicios que la sociedad demande. Así se acabó o se redujo a su mínima expresión, la presencia del Estado en la mayoría de áreas económicas como la financiera, el sector de comunicaciones, salud, educación, servicios públicos domiciliarios, etc.
Es bueno aclarar que esta oleada neoliberal tuvo su gran auge después de la caída de los regímenes socialistas en Europa de los años 89 al 92 del siglo pasado. Se impuso la leyenda que el Estado es un mal administrador y que la empresa privada capitalista si sabe emprender con eficacia y eficiencia en el desarrollo. Con ese cuento se privatizaron buena parte de los servicios públicos y se entregó a la voracidad de los grandes monopolios nacionales y extranjeros, los bienes y servicios que los colombianos necesitábamos para nuestro buen vivir. Claro, se trató de un fenómeno mundial, sólo eclipsado por el sorprendente desarrollo de países como la China, que alcanzó a E.U como primera potencia mundial, Corea del Norte y Vietnam, que se convirtieron en economías emergentes destacadas. Estos países asiáticos aplicaron una nueva política económica, como la que intentó realizar Gorbachov en la URSS, sin destruir el régimen político, facilitando la entrada de capitales al desarrollo de la economía, pero con una importante presencia del Estado en áreas estratégicas y sobre todo en la planeación y dirección económica.
Los treinta años de dominio del neoliberalismo en la economía mundial ha sido tiempo suficiente para mostrar todas las tragedias humanas que es capaz de generar. Un mundo en manos de un pequeño puñado de magnates, con un incremento en todas partes de la miseria, la desigualdad y la pobreza, los inmensos riesgos para la vida por el calentamiento global, el deterioro ambiental en todo el planeta y el mantenimiento de guerras regionales para alimentar la industria militar. Es lo que denuncian economistas de nuevo cuño como Tomás Piketty y Mariana Mazzucato. En Colombia ese neoliberalismo en crisis, ha armado un gran escándalo por las reformas propuestas por el gobierno de Petro como el tránsito progresivo hacia las energías no contaminantes y las reformas en la salud, laboral y pensional. ¡Pero que se harán, se harán!