Rogelio Salmona, el reconocido arquitecto colombiano quien a edad avanzada tuvo que lidiar con un cáncer que finalmente aceleró su muerte, negó la afirmación de que “el tiempo es oro” y planteó que “el tiempo es vida”. Rogelio Salmona, el reconocido arquitecto colombiano quien a edad avanzada tuvo que lidiar con un cáncer que finalmente aceleró su muerte, negó la afirmación de que “el tiempo es oro” y planteó que “el tiempo es vida”. El primer enunciado seguramente nos permitiría concluir que “la vida es oro”, sin embargo, es frecuente encontrar casos de familiares, amigos y conocidos, que renunciaron a todo pensando en obtener cosas materiales y en la práctica dejaron de lado su proyecto de vida, disfrutar más la familia y hasta en muchas ocasiones atentaron con su salud, pensando en que unas vez jubilados llegarían a disfrutar de la vida; en algunos casos la vida no les alcanzó, en otros el estado de salud no les permitió disfrutar lo que siempre anhelaron, en otros se hace un reconocimiento tardío de que no hizo correcto, en fin podríamos concluir que no se hizo buen un buen uso del tiempo. Planteo esta reflexión porque hoy todo gira en torno al tiempo y es necesario tener conciencia de que se trata como lo precisa el profesor Cesar Osorio de la Universidad del Cauca, de “un recurso vital, escaso y no renovable”. Un mal síntoma del uso inadecuado y distribución del tiempo se presenta cuando por ejemplo, sentimos que “tenemos tantas cosas por hacer que no nos alcanza el tiempo”, cuando manifestamos “es que el tiempo vuela y no alcancé a terminar”, “vivo en muchas reuniones que no son productivas”, “siempre me que da trabajo pendiente”. Este conjunto de situaciones nos llevan a pensar en la importancia de poner en práctica estrategias adecuadas para organizar y administrar el tiempo. Un buen manejo del tiempo supone un equilibrio en las diferentes dimensiones de la vida: lo físico, lo intelectual, lo afectivo, lo emocional y lo espiritual. Quizás aprender a no descuidar y equilibrar estas dimensiones, nos puede acercar al éxito del regalo más preciado pero también relativamente corto como es la vida. Un desafío importante que tenemos como sociedad tanto a nivel de política pública, como de instituciones educativas, así como de las unidades familiares, es como lograr que los jóvenes y la comunidad en general hagamos un mejor uso del tiempo. Muy probablemente, la falta de escenarios como bibliotecas modernas, campos deportivos adecuados, parques tecnológicos, apoyos a las escuelas deportivas, estructuras curriculares más pertinentes y atractivas entre otros, pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de nuestra comunidad y con seguridad se disminuirán los altos índices de violencia. La lectura desarrolla la inteligencia, escribir mejora la capacidad de expresar las ideas y el lenguaje oral y simbólico facilita la comunicación.