La Nación
El tradicional salón de belleza que no resistió a la pandemia 1 28 marzo, 2024
HUILA

El tradicional salón de belleza que no resistió a la pandemia

Miriam González Perdomo es una víctima más del covid-19. La crisis económica que trajo la pandemia la obligó a cerrar el salón de belleza, ubicado en pleno centro de Neiva, que atendió durante 35 años.

 

Carolina Argüello Cruz

comunidad@lanacion.com.co

 

Luego de 35 años, Miriam González Perdomo se despidió del local donde forjó su sueño de ser una reconocida estilista. Los secadores, la planchas y demás productos de belleza se guardaron y ahora hacen parte de un bello recuerdo.

Durante estos años la Sala de Belleza Maxim’s recibió a cientos de personas que confiaban en las manos de doña Miriam y de su equipo de trabajo que de manera profesional ejercían una labor digna de admiración.

Este establecimiento comercial no fue ajeno a la crisis económica provocada por la llegada de la pandemia del coronavirus.

“Aguanté dos meses con el local cerrado. El primer mes tuve que pagar el arriendo completo, el otro mes, la mitad y para el tercero, les pedí que me ayudaran con un mes muerto y no quisieron. Así que decidí entregarlo y cerrar mi negocio”, narró con nostalgia la mujer de 67 años.

En diálogo con LA NACIÓN, Miriam aseguró que han sido tiempos difíciles por esta situación que aún no logra asimilar con tranquilidad. Y es que cómo va a ser fácil si durante más de la mitad de su vida se dedicó a este ejercicio que desempeñaba con orgullo y con pasión.

“Ese no era mi plan porque todavía me siento con ganas de trabajar, pero esto nos cambió la vida a todos y toca empezar de nuevo. Sin embargo, yo ya no creo que me devuelva para el centro. Le confieso que los sábados, sobre todo, me da durísimo, siento mucho desespero”.

El plan de Miriam era trasladarse para otro local, aunque los ingresos se habían reducido un poco, la llegada del coronavirus y la cuarentena la obligaron a actuar de una manera diferente a lo que deseaba.

Explica que allí se vivía el día a día, el arriendo del local tenía un costo de $1.500.000 y otros $500.000 eran dedicados a otros gastos fijos que le demandaba su negocio.

Fue el 15 de mayo cuando tomó la decisión, la misma que nadie refutó, que nadie impidió y que solo ella lamentó. Desde ese día gracias a sus ahorros y a su familia ha seguido sobreviviendo a este escenario que no sabemos hasta cuándo durará.

“Yo tenía un millón de pesos ahorrados y con eso sobrevivimos mi esposo y un sobrino, que es como mi hijo, porque ambos se quedaron sin trabajo también. La Asociación de Estilistas nos dieron dos mercados. Yo ahora hago domicilios, pero muy poco, pues solo puedo los miércoles por mi pico y cédula, además en algunos conjuntos cerrados no permiten el ingreso de personal externo y por otro lado, hay personas que aún le da miedo que uno vaya. A veces me agendan citas y luego me las cancelan”.

Equipo

Sala de Belleza Maxim’s la conformaba Miriam, dos estilistas más; y dos manicuristas. Todas tomaron rumbos distintos, pero nada ajenos al de la propietaria.

“Una se fue para el campo, la otra es mi sobrina y trabaja a domicilio; la otra está en su casa y la otra que hace 29 años estaba conmigo también hace domicilio”.

Confiesa que ha creado en la sala de su casa un espacio para atender a sus clientas fieles, quienes no la abandonan a pesar de las circunstancias. Por tanto, de todos los elementos como sillas, espejos y demás; algunos los vendió, otros los reacomodó y otros los arrumó.

Miriam es una mujer valiente, es consciente que esta tempestad pasará y que debe seguir adelante con la frente en alto y pensando en el futuro. “Es cuestión de organizarnos y de abstenernos de muchas cosas.

 

Otros casos

Alberto Varón, presidente de la Asociación de Estilistas Profesionales, aseguró que de los 30 miembros, 3 ya han tomado la misma determinación de Miriam. Pese a ello, el gremio atraviesa una profunda crisis, pues el dinero que invirtieron en la adecuación de sus salones de belleza para la reapertura no se ven recompensados con la demanda de la clientela.

Miriam González pidió a otros estilistas soportar esta crisis, indicó que si son jóvenes no es necesario acabar tan ponto con su proyecto de vida.

 

“Hay otros que están mal, sino que se sostienen; yo hablo con algunos y me dicen: — estamos esperando cómo sigue esto o acabo– y les digo que no. Si uno está joven bien, pero yo para los años que tengo, tanto que he luchado, ya como que uno se cansa”

Quienes requieran de sus servicios la pueden contactar al 3114705796.