Por: Jorge Fernando Perdomo
Está demostrado que el turismo es una apuesta de mentiras en nuestra agenda de productividad.
Corría el año 2005, cuando el departamento del Huila adoptó la agenda interna de productividad y competitividad, priorizando sectores económicos como el turismo, para el desarrollo de la región.
En el año 2015 se actualizó la agenda, involucrando nuevas apuestas productivas, y de nuevo el turismo se reitera como prioridad “en la búsqueda de una visión colectiva de competitividad que nos hemos propuesto los huilenses para el año 2032” decía el gobernador Iriarte.
Resulta interesante al revisar el documento, que el diagnostico estaba sustentado, en una tendencia de crecimiento exponencial del turismo, pero equivocó en materia grave al vaticinar nuestra capacidad para garantizar una conectividad vial y aérea como “mucho mejor y confortable”.
No puede ser peor. No hay calificativo que se adecué a ese estado de postración, abandono y desolación que presenta nuestra conectividad vial.
Si hace 40 años la cifra de visitantes a San Agustín y Machu Picchu eran muy similar, en el año 2019 según cifras del Instituto Colombiano de Antropología e Historia, el parque arqueológico de San Agustín cerró con una caída del 19% para 91.626 ingresos, en tanto Machu Picchu Supera los 2 millones de visitas.
Claro, mientras las autoridades Peruanas y de Cuzco, promocionan y mercadean la visita a las ruinas del pueblo Inca, facilitan su acceso con excelentes opciones viales, férreas y aéreas, tanto que están ad portas de iniciar las obras de un nuevo aeropuerto internacional para incrementar sus turistas a número de 3 millones, en la mayor necrópolis del mundo, el parque arqueológico de San Agustín, considerado patrimonio de la humanidad, no existen posibilidades de acceso vial decentes, su carretera es una trocha que debería avergonzar a los huilenses y nuestros gobernantes no han obtenido ningún resultado tangible por una pronta solución y además, no se evidencia ningún interés en posicionarlo como destino nacional e internacional, por lo cual, las posibilidades de desarrollar el turismo como apuesta productiva, será otra frustración.
El Huila necesita de nuestro gobernador, una posición enérgica para reclamar pronta solución a la vía nacional en el sector de Bengala, de Pericongo y la repavimentación de la via Pitalito San Agustín, acelerar el plan maestro del aeropuerto Contador de Pitalito para los vuelos internacionales, darle al turismo la importancia de una agenda productiva creando la secretaria del ramo con presupuesto suficiente para promocionar el Huila como destino turístico, actividad que puede generar 7 empleos por cada 1000 turistas, de tal forma que si se cumple la meta establecida en la agenda de productividad 2015, de “captación de 2.2 millones de turistas al año 2020” estaría generando aproximadamente 15 mil empleos adicionales, impactando actividades tan diversas como la hotelería, el transporte, los restaurantes, agencias de viaje y muchas otras.