La Navidad conmemora el nacimiento de Jesús en la Virgen María. Invita a participar en la vida divina, la realización en nosotros del misterio de la Encarnación.
La Navidad conmemora el nacimiento de Jesús en la Virgen María. Invita a participar en la vida divina, la realización en nosotros del misterio de la Encarnación. Es una época que exhorta a la reconciliación, el perdón, las buenas obras, la sencillez y recogimiento interior. Lamentablemente para algunos, esta fecha ha perdido su valor religioso. Parecería que ciertas personas cambiaran la esencia de la Navidad. Lo anecdótico se ha convertido en protagonista y lo verdaderamente importante, ha pasado a tener un papel secundario. En nuestros tiempos la navidad se relaciona más con compras, ofertas, viajes y regalos. Representa dinero para los comerciantes, deudas para las personas. Muchos compran sin importar si el presupuesto alcanza o el tiempo que están invirtiendo en algo que realmente no vale la pena. Los niños piensan en qué juguetes van a recibir, los jóvenes en adquirir nuevas tecnologías. La obsesión por comprar y la búsqueda de ofertas, opaca muchas veces el verdadero sentido de esta importante fecha para la fe cristiana. Entonces ¿Cuál es el verdadero sentido de la Navidad? Simplemente el que cada persona prefiera darle. Será lo que cada persona quiera hacer con ella y cada quien es libre al respecto. Cada uno sabrá lo qué le conviene, o debería saberlo y depende de cada quien su decisión final. Si la gente quiere que sea una Navidad cristiana, entonces será una época de reactualización de la venida de Jesucristo, tiempo de reflexionar sobre el amor de Dios y cómo seguir su ejemplo. Si la gente quiere transformarse en voraces consumistas ávidos de comprar, entonces eso será la Navidad para ellos. Si la gente quiere que sea una celebración con los seres queridos, entonces la familia será lo mas importante en esta época y el dialogo y la reflexión serán sus invitados principales a la mesa. Más allá de mis opiniones, me resta invitar a mis lectores a tomarse un tiempo para pensar, para respirar profundo y entender el valor que están concediendo a la navidad. Deseo que disfruten el sentido de la Navidad que andan buscando, cualquiera que éste sea y que encuentren la paz que necesitan, con Dios y consigo mismos.