Tras los hechos del 20 de julio de 1810, los ecos de independencia comenzaron a extenderse a todos los rincones del virreinato. En Neiva también se escucharon los reclamos de libertad.
Lo sucedido en Santafé de Bogotá el 20 de julio de 1810 fue el comienzo de un proceso que se repitió, rápidamente, en todas las provincias del virreinato de la Nueva Granada. Este hecho fue posible, entre otras cosas, a la red de comerciantes que se extendía por el territorio virreinal y a las noticias que iban dejando de pueblo en pueblo los viajeros que, por razones de negocios o por compromisos sociales y de trabajo, salieron de la capital después de que se produjera el Grito de Independencia. El caso de Neiva resulta típico para ilustrar la situación, dada la relación existente entre comerciantes y hombres dedicados a los asuntos públicos en ambas ciudades.
De acuerdo con documentos que hemos tenido la oportunidad de consultar en el llamado Archivo de Tierras de la Academia Huilense de Historia, don José Acevedo y Gómez, conocido como el Tribuno del Pueblo por su intervención en los momentos cruciales del 20 de julio, quien ejercía como comerciante, tenía poder amplio y suficiente para representar en la capital del virreinato a José María Tello, reconocido hombre de negocios de la provincia de Neiva que tenía su centro de operaciones en Neiva y Timaná. A su turno, Tello representaba a Acevedo y Gómez en las actividades comerciales que éste tenía en la provincia. Del mismo modo, Acevedo y Gómez había recibido poder de Fernando Salas Vargas, también comerciante y además colector de impuestos, y cuñado de Tello, para que lo representara en Santafé.
Como es sabido, la distancia que separaba a Santafé de Neiva se cubría, regularmente, en una semana. Por lo anterior, no resulta extraño que hubiese sido el 27 de julio por la tarde, en vísperas del mercado mayor, el momento en que se iniciara el proceso independentista en Neiva, tan pronto como los hombres de negocios se enteraron de lo sucedido en la capital. La arenga dirigida a los pobladores reunidos, según la tradición, en el costado suroccidental de la actual plaza cívica, fue pronunciada por uno de los apoderados del pueblo de esta provincia, quien haciendo eco a las noticias que los responsables de las recuas de mulas trajeron a los apoderados de Acevedo y Gómez, caldeó los ánimos antes de que llegaran las comunicaciones oficiales. Así describe los sucesos Rodrigo Silva Vargas en el tomo II de la Historia General del Huila:
“Cuando el Procurador de Neiva Joaquín Chacón pidió analizar los sucesos políticos del 20 de julio santafereño, su encendida oratoria condujo a la separación de Ladrón de Guevara del Gobierno, el día 27. Poco después llegó una comunicación de la Junta Suprema de Santafé informando sobre lo actuado, y con fecha 29 venía una proclama general a las provincias con prevenciones relativas al buen orden de los pueblos, ‘sin que con ello se intente prescribir reglas ni erigirse en Junta Superior de las Provincias’. Otra comunicación datada el 30 de mismo mes de julio solicita a todos los cabildos ‘para que si es de su interés concurran a Santafé con su influjo y representación y se les reúna’ ”.