Durante el gobierno del presidente Petro, las sentencias judiciales adversas que le han tumbado varias decisiones gubernamentales, han sido tal vez el fundamento de su última propuesta que ya fue materializada en México: la elección popular de jueces.
Esta “nueva idea” que se suma a las muchas lanzadas al aire por el Jefe de Estado, es un tema espinoso y controvertido que conllevaría una profunda reforma constitucional y que muy probablemente no sea aprobada por la Corte Constitucional, pues implicaría sustituir la Constitución de 1991.
Las opiniones han sido más adversas y críticas que de apoyo a esta propuesta. Si bien la elección popular traería algunos beneficios como la mayor representatividad democrática, la ruptura de las “roscas y amiguismos” en las altas cortes y la obligación de los jueces de rendir cuentas ante el pueblo, serían mayores los perjuicios de llevar a cabo tal medida.
El más serio radicaría en el riesgo de politización de la justicia. Sería inimaginable observar a varios candidatos haciendo campaña y ofreciendo promesas a sus electores para lograr los votos que lo lleven a un despacho judicial.
Las campañas judiciales se politizarían, llevando a los candidatos a adaptarse a agendas políticas, en lugar de apegarse a los principios de justicia imparcial e incluso llegar a tomar decisiones populistas. Esto puede comprometer su independencia y capacidad para fallar con sentencias objetivas y justas, pues estarían más preocupados por complacer al electorado.
Otro grave riesgo estaría en la influencia del dinero ilícito en las campañas y, principalmente, la incidencia del narcotráfico y la corrupción en los procesos electorales que lleven a elegir a los togados.
El debate sobre la elección popular de jueces plantea un conflicto entre los valores democráticos y la necesidad de independencia judicial. La administración de justicia conlleva una lógica muy diferente a la elección de funcionarios de la rama ejecutiva. Si bien en Suiza y Estados Unidos existe esta figura y probablemente funcione, las características del escenario colombiano son muy diferentes.