Por: Jorge Guebely
Ellos, los que invadieron con la cruz y la espada, la religión y el ejército, la vieja aristocracia y la vieja iglesia, vencieron a los indígenas. ‘Vandalizaron’ sus culturas y libertades, les despojaron sus tierras y riquezas materiales, los convirtieron en cosas humanas.
Ellos, los que devinieron terratenientes y obispos, poder colonial, se opusieron a la independencia burocrática de la Nueva Granada. Prefirieron jurar lealtad al decrépito rey de España. Traicionaron a José Antonio Galán, desmembraron su cuerpo, lo exhibieron en plazas públicas para escarmentar a los súbditos de la vieja corona.
Ellos, que encubaron el espíritu conservador del viejo mundo en el nuevo mundo, combatieron el espíritu liberal, promovieron todas las guerras del siglo xix y masacraron liberales comunes en el siglo xx. Que convirtieron a ‘liberales de bien’ en temibles conservadores: Bolívar, Núñez, Uribe Vélez… Redujeron el liberalismo a carcasa vieja, a “fakes news”, a elite momificada.
Ellos: liberales y conservadores, Centro Democrático y Cambio Radical, la U y cristianos, todos bajo una misma bandera pre-moderna, vencieron los atisbos de una cultura marxista: comunistas y socialistas, legales e ilegales, militantes y simpatizantes.
Ellos construyeron este país de tradición y anquilosamiento mental, de descuartizamientos y masacres, de hambrunas y opulencias, de políticos corruptos y de gente de bien corrompida, de vándalos y policías, de militares y paramilitares. Ellos enfrentan hoy un nuevo enemigo: la conciencia juvenil.
Juvenil por lo fresca, por lo actualizada. Por sincronizar con la vanguardia de la historia, con el ascenso hacia un nuevo ser humano. Conciencia que se expande en el cerebro de muchos jóvenes y de muchos adultos que han superado la estupidez. Que incrimina las injusticias nacionales e internacionales, que percibe el mundo en vivo o por internet; que sabe leer, escribir y, sobre todo, pensar con sentido humano. Conciencia humanizada, el peor enemigo del conservatismo inhumano.
Pronto no será la revolución marxista, ni la castro-chavista, el terror de los ignorantes. Lo será la “Revolución molecular”, teoría tergiversada por el neonazi Alexis López y por Uribe Vélez, Teoría de Félix Guattari aplicada a los regímenes dictatoriales donde cada individuo -molécula- terminará rebelándose contra el pensamiento impuesto y hará la revolución de pensar por sí mismo.
A ellos, a las dictaduras, nada les preocupa tanto que el pensamiento libre de sus ciudadanos. El peor antídoto contra el oscurantismo histórico, contra la deshumanización del individuo. Nada es más libertario que oír la voz de su propia conciencia, “la voz del alma” según Shakespeare, “la presencia de Dios en el hombre”, según Víctor Hugo