La Nación
El empresario y sus videos pornográficos 1 18 abril, 2024
COLUMNISTAS

El empresario y sus videos pornográficos

Francisco Argüello

Estuvo en Emaús. Pidió ayuda espiritual para que le espantaran sus penumbras alejadas de las noches mundanas, las mujeres, el licor y el sexo. Sin embargo, terminó embarrándola y feo. Escribo del empresario de los videos, el neivano que aparece posando en imágenes – que él grabó- donde se observa sosteniendo relaciones sexuales con dos, tres, cuatro mujeres (seguramente son más), videos que terminan publicados en las redes sociales: él, de rostro completo. Las mujeres, igual. Con ropa, sin ropa, entrepiernados y todo lo que la mente de cualquier lector pueda imaginar.

Él es empresario nocturno. También de modelaje. Y quienes lo conocen, me aclaran que jamás les cobra a las mujeres con sexo para ingresarlas al mundo del consumismo y las pasarelas. Él las lleva a la cama (casi todas mayores de 18) con su consentimiento, como se observa en los videos. Ninguna- así me insulten – parece forzada. Al contrario, se ven desenfrenadas sexualmente.

No obstante, él parece enfermo. Es quien instala la cámara y empieza a grabar segundos antes de que las chicas entren a su cuarto (se ve en las imágenes). Y después, terminan acostados. Él es consciente de la grabación. Ellas, no. Y ahí está el problema: ¿por qué las graba? ¿por qué lo hace a escondidas? ¿Qué hace con los videos? Acaso, ¿graba para demostrar que es un súper macho? ¿Los videos solo los observa él? O, ¿los envía a una red virtual de prostitución? Ese último interrogante es el que debería indagar la Dirección Nacional de Fiscalías en el Huila, que aunque no ha recepcionado ninguna denuncia de las mujeres protagonistas de los videos, debería investigar ya. Y allanar el apartamento de este hombre, revisar y confirmar en sus computadores si se trata exclusivamente de un desbordado promiscuo sexual. O al contrario, la intención de grabar tiene fines comerciales.

No hay derecho que las lleve a la cama, las grabe y las exponga al escarnio. O, qué dirá ahora, ¿qué no fue él quien envío esos videos a las redes? Entonces, ¿quién lo hizo? Y lo más importante y claro: ¿por qué lo hizo a escondidas? Aunque las chicas no se ven obligadas, desconocen- reitero- que las graban. Y eso no es normal, legal y justo. Ese es el prototipo de un hombre enfermo que requiere ayuda psicológica o psiquiátrica urgente.

Lo lamento por las jóvenes, pero los neivanos que han visto el video desgraciadamente saben quiénes son. Imagino lo que deben sentir o pensar, pero solo de ellas depende que este hombre tenga una lección y no se vuelva a atrever a grabar sus escenas sexuales sin consentimiento de sus mujeres.

Por cierto, no doy el nombre del opita hasta que las mujeres instauren denuncia. Y dos, no pude probar, al cierre de esta columna, que las chicas hayan ido  ilusionadas a la cama por una pasarela. Lo demás, está plenamente probado en los videos, que al parecer, son de 2010.

 

Nota uno: Un ingeniero anda desesperado porque invirtió una millonada en la campaña de Gechem y quedó sin representante a la Cámara, sin plata, y sin quién le devuelva al menos una migaja de lo que inyectó.