En las distintas compraventas de Neiva, los empleados de las mismas señalaron que para la época sampedrina el movimiento de clientes para empeñar prendas no fue tan bueno como en otros tiempos. En las distintas compraventas de Neiva, los empleados de las mismas señalaron que para la época sampedrina el movimiento de clientes para empeñar prendas no fue tan bueno como en otros tiempos. De todas maneras algunos aseguraron que hacia el final de las fiestas la situación mejoró para ellos. Otros comentaron que lo bueno empezó al culminar la celebración. LA NACIÓN, NEIVA Con cierta nostalgia, los empleados de las compraventas del centro de Neiva recuerdan otras épocas sampedrinas, cuando la gente acudía a las casas de empeño a depositar sus artículos para recibir dinero y gozar las fiestas. Hoy, los comerciantes señalan que durante el tiempo de San Pedro, el panorama parece al de un mes normal. Algunos manifiestan que cuando los desfiles entraban al centro en otros años, el negocio era próspero. Según los comerciantes, al comienzo de la temporada de fiestas el movimiento en sus compraventas fue bajo. Algunos de ellos se atrevieron a decir que al parecer los neivanos han tomado conciencia y guardaron plata para disfrutar la época de celebración. “Este mes de fiestas estuvo regular. Incluso uno piensa que ya a las personas no les gusta empeñar sino que guardan su dinero desde antes y lo usan en la ropa, el trago y la fiesta. El comienzo de las fiestas estuvo muy flojo, ya después la gente empezó a llegar un poco, pero de todas maneras no es lo mismo que en otros años”, señaló Javier*, empleado de una casa de empeño ubicada en la Calle 10. De otro lado, algunos comerciantes indicaron que la situación en las casas de empeño mejoró de mitad de mes para adelante. “El inicio de San Pedro fue normal, antes usted veía a la gente dejando prendas desde comienzo de mes, pero por lo menos este año fue como del 15 de junio en adelante que empezaron a llegar clientes a dejar televisores, Xbox y joyas, se puso mejor, pero no es igual que en otros años”, refirió Gonzalo*, dueño de una casa de empeño hace 24 años. Remate Sin embargo, para algunos comerciantes el punto más alto de movimiento en sus locales fue hacia el remate de las festividades. “El pasado fin de semana que fue el remate de fiestas, la cosa mejoró para nosotros porque ahí sí llegó la gente a dejar sus electrodomésticos y joyas para irse a rumbear. Obvio en otros años, el empeño era mayor, pero para lo malo que estuvo esto al comienzo, puedo decir que se repuso al final de fiestas”, sostuvo Carlos*, empleado de una compraventa ubicada en la Carrera Tercera. Para otros comerciantes, la práctica de empeñar artículos en el marco de las fiestas sampedrinas ha mermado, debido a que en otros tiempos los desfiles entraban al centro y la gente estaba más cerca a las compraventas. Postfiesta Leonardo*, hombre espigado y de mirada fija, indicó que a pesar del declive de empeño de prendas en las fiestas, para él la situación ha estado aceptable, pues a su local, muchos clientes han llegado a empeñar sus prendas, luego de culminada la época festiva. “Acá la situación no estuvo muy buena en lo que fueron las fiestas como tal, pero curiosamente ahora sí se está componiendo. La gente está llegando a empeñar electrodomésticos y joyas porque se quedó sin plata y ahora toca pagar facturas, pensiones, arriendo y deudas”, indicó. Una situación similar se ve en otras compraventas, donde los clientes al parecer han guardado la prima y se acercan a retirar sus artículos. “Yo creo que más de uno guardó la prima y está viniendo a sacar las cosas y eso es bueno en cierta medida para nosotros, o también puede ser que a la gente le fue bien con sus negocios y están utilizando sus ganancias para librar sus artículos”, finalizó Carlos*. *Nombres cambiados a petición de las fuentes. Fotos Sergio Reyes Aunque durante la época de fiestas se registró afluencia en las compraventas, los comerciantes indicaron que en otros años era mejor el negocio.