La Nación
En la elite de la salud 1 24 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

En la elite de la salud

El hospital universitario de Neiva (HUN) estrenó su acelerador lineal, el reemplazo del que se adquirió hace 23 años cuya vida útil se terminó.
Los huilenses estamos en la cima del mundo para el tratamiento de cáncer, hemos sido elitistas, porque tal como lo define la real academia de la lengua, somos parte de un grupo selecto que manifiesta gustos o preferencias fuera de lo común.
Así fue desde el principio, cuando se diseñó la unidad de cáncer del HUN se buscó y consiguió el mejor acelerador lineal existente en el mercado, hubo voces en contra de la inversión, se hizo caso omiso de ellas, el apoyo del entonces ministro de salud, Virgilio Galvis, fue fundamental, a los huilenses se les garantizó la excelencia, el país se sorprendió por una ciudad intermedia con el mejor equipo de cáncer del país.
Otras IPS que no se quedaron atrás, el hospital público marcó el ritmo, pronto hubo más servicios de quimioterapia en la ciudad y hace poco tiempo llegó un acelerador lineal adicional a una clínica privada en Neiva. Otra IPS privada hace esfuerzos por comprar uno más, es decir llegaríamos a tres, en una ciudad intermedia, capital de un departamento pequeño.
A febrero 28 de 2023, de conformidad con las cifras de la ADRES, los afiliados al régimen subsidiado en el Huila eran 829.963 (74% de la población), y teniendo en cuenta que el plan de beneficios en salud cubre todos los tratamientos de cáncer, podemos afirmar sin temor a equivocarnos que los más pobres del Huila están en la élite mundial que recibe tratamiento para el cáncer, reservada en el pasado para quienes tenían recursos económicos, incluso en los países más desarrollados.
Existen inconvenientes, trámites engorrosos, obstáculos administrativos para acceder al tratamiento para el cáncer, eso es inaceptable y debe corregirse, pero la tecnología está disponible, el sistema de salud lo cubre, nadie tiene que salir a vender su casa o endeudarse para tener lo mejor, estar en esa élite no vale nada, no discrimina, pobres y ricos reciben el mismo tratamiento.
Habrá que preguntarnos. ¿este logro habría sido posible en un sistema de salud estatal o donde se considere pecado obtener utilidades, incluso en hospitales públicos como el HUN?, por supuesto que no, seguiríamos viajando a Bogotá en busca del tratamiento para el cáncer.
La unidad de cáncer del HUN, reitero, propiedad del estado, demuestra que este sistema de salud nos ha puesto en una distinguida élite, que muy pocos en el mundo pueden disfrutar y a muchos les duele aceptar.
garcia.francisco@javeriana.edu.co